Cuando un combinado va y gana en un lugar difícil y le propina a su rival la peor derrota como local de su historia, hay señales para creer que las cosas salieron bien. Dentro de eso, hay que hacer notar todo, lo malo y lo bueno. He aquí un nuevo análisis individual de players y DT.

CAMPAÑA

Hizo cosas raras, como atajar pelotas de gol y no meterse para adentro las que iban afuera. Un inconsciente. Le faltó atajar de negro nomás, pero son detalles.

Cáceres

Mientras las damas calendaristas están esperando que termine el match para verlo en paños menores, nosotros apenas esperamos que se posicione como marcador de punta y si tiene oportunidad de pasarle un 75% de las pelotas a los compañeros, lo haga. No desentonó.

GIMÉNEZ

Le acomodó la defensa al capitán, que bebe de su velocidad cual vampiro nutriéndose de la sangre de alguna doncella. Marcó con firmeza, le pegó de punta cuando fue necesario y portó un cabello totalmente alejado de cualquier rastro de intervención de estilista masculino alguno.

GODÍN

Cada partido más pelado y más jorobado, pero revitalizado por la presencia y la prestancia del joven Giménez. Resguardado en la cueva, el capitán puede jugar hasta los 50 años si así lo deseara, con la carpeta debajo del brazo repartiendo recursos ante el exuberante centrofóbal de ébano del elenco cafetero.

VIÑA

Portó barba, se proyectó con audacia y defendió con enjundia. Uno pensaría que es la descripción de Alfonso Domínguez, pero no. Si acaso se le puede pedir algo, tal vez vendría por el lado de una mayor agresividad bien entendida. Y por qué no de la mal entendida, también.

Torreira

Si Godín jugó con la carpeta incrustada en la axila, el Jockey lo hizo sin necesidad de sacar la fusta de dicha zona. La fiel demostración de que no hay que medir 1.90 ni ser agraciado para apropiarse del centro del campo con el mismo afán territorial de un perro que levanta la pata por todo el jardín. Un metro y medio de testosterona, quite y pundonor.

BENTANCUR

Sin su socio y colega Valverde, el Bastriboi elegante salió determinado a burlarse en la cara de todo el pueblo uruguayo. Claro, respaldado por un obrero que trabaja a destajo como el Jockey Torreira, se pudo dedicar a hacer sus calesitas, sus salidas de galera y bastón y su posesión. Así cualquiera.

NANDEZ

El Bastriboi guerrero jugó como debe hacerlo un 8 de los de toda la vida, sin misterios. Dejemos de lado por un rato su inentendible tendencia a hacerse cosas raras en la cabeza, con la esperanza de que algún referente lo haga entrar en razones. Que meta como siempre y juegue como lo hizo en Colombia, que es en esos días cuando el 4-4-2 apoya la cabeza en la almohada con la tranquilidad de estar vigente.

DE LA CRUZ

No sintió el calor de Barranquilla, es cierto. Tampoco escatimó esfuerzos por la banda izquierda, pero salió fundido a los 45 minutos como un asmático corriendo un ómnibus en la altura de La Paz. Mejoró lo hecho por De la Rasqueta en partidos anteriores, pero si no vio el partido tampoco vaya a creer que hizo acordar a las exhibiciones de Livianico Lodeiro o Gastón Ramírez.

Suárez

Hizo amonestar al zaguero colombiano, ejecutó el penal como debe hacerlo un centrofóbal de garantías y lidera la tabla de goleadores de la Eliminatorias. Le bajan puntaje los infames botines rosados con los que justamente ejecutó la pena máxima y que salió faltando 20, pero a diferencia de Cavani no fue por correr mucho, sino porque le dio un golpe de calor que lo dejó al borde del vahído. 

CAVANI

De pie, señores. Después de seis meses sin jugar, con tres partidos jugando 15 minutos en su nuevo club, Roberto corrió por él y por Suarez, jugó de lateral, de volante y de delantero al mismo tiempo, la mandó a guardar y desparramó hombría por el regado césped barranquillero. Salió faltando 15 porque estaba repitiendo el refuerzo de mortadela que se comió en el entretiempo para reponer energía. Un hombre de otro tiempo.

NUÑEZ

Más que un cambio, el ingreso de Darwin por el player De la Cruz fue una evolución. El joven elemento puso en práctica un fundamento olvidado que tantos dividendos le dio al fútbol uruguayo, como lo es el shot de afuera del área que terminó encontrando destino de red. Nos cae bien este botija, un elemento a seguir. Callado y metedor, se bancó puteadas de todos los sectores con la gallardía y humildad de un oriental de pura cepa.

J. RODRIGUEZ

Aprovechó sus 20 minutos al máximo cometiendo una falta, cayendo en órsai en una oportunidad y rematando un córner.

NEVES

Ver a un player de bigote en la selección uruguaya siempre es motivo de destaque. Por eso, su aporte es inestimablemente más importante que lo pueda haber o no hecho en ese minuto en cancha. 

ARAMBARRI

El 5 con cara de carnicero entró a hacer lo que más le gusta a un 5 con cara de carnicero: aguantar un resultado y ponerse hombro con hombro con otro compatriota de similar vocación destructiva. El tipo de jugador que nunca puede faltar en el combinado.

ROLIN

No se dio su ingreso, pero no queríamos dejar pasar la oportunidad de tenerlo en un 1×1. Debió ser tenido en cuenta para cerrar el partido con una línea de 5 cuando el equipo se puso en ventaja.

Quetejedi

Cuando se pone así, es difícil. Hizo un cambio en el entretiempo, jugó con tres nueves y le salió todo. Pero ojo, pudo haberle salido mal y ahora lo estaríamos lamentando. El esquema defensivo debió haber sido reforzado con el player de ébano Rolín, mientras que el mediocampo pedía a gritos el ingreso de Arambarri para que Torreira pudiera meterse entre los tres zagueros.