1×1 Uruguay vs Chile

CAMPAÑA

Sobrio, de buzo negro (aunque con unos detalles en flúo que le restan puntos). Venía precedido de una prolongada inactividad, emulando a Robert Dante Siboldi. Entró poco en juego, pero no se metió ninguna para adentro y eso ya es mucho.

Cáceres

El enemigo en casa. Si usted no vio el partido y se guía por los comentarios de las calendaristas, va a pensar que fue el mejor de la cancha por la foto en calzoncillos en el vestuario. Pero no se deje engañar. Durante el partido, no le paso una pelota a los de celeste, no tiró un centro bien y perdió la marca del puntero chilenito en el empate de ellos. Llora el Peta Ubiña en el cielo, se lamenta Víctor Hugo Diogo mientras apura un tinto.

COATES

Más lento que la fiesta de fin de año de la escuela, solo superado por De la Rasqueta (pero con la ventaja de medir 30 centímetros más y por ende tener la zancada más larga). El capitán Roberto Godín necesita imperiosamente tener un hombre rápido al lado, y el popular escocés no parece ser la mejor opción.

GODÍN

Varias veces miró hacia su derecha el capitán, con la esperanza de encontrar un botija Gímenez cubridor de espaldas. Muchas de esas veces, no encontró a nadie. Había llegado él antes que su compañero de zaga. En un alarde de hombría, casi mete un nucazo de esos suyos en el área rival. Nada que reprocharle.

VIÑA

Cumplidor. Arrima como Darío Rodríguez, sube como el Churrasco Pelegrín y centrea como Marito Regueiro. Necesitamos que le crezca la barba, se le caiga el pelo o se le vaya la cara de susto; pero hay marcador de punta para rato.

valverde

Del peinado a lo Zitarrosa, pasamos a un corte moderno traído de Europa. Aparecieron los tatuajes, las caravanitas, el acento español y los botines de colores. No se percató de que estaba jugando de 5, incluso Bentancur pegó más que él. Un shot que pegó en el vertical y poco más. Preocupa.  

BENTANCUR

Posee al útil como nadie. Suspiran los cultores del fútbol atildado por un centrojás como casi nunca antes se vio por estas tierras. A su favor, cabe decir que intentó ponerse a tono con lo que pedía el trámite y desplegó un par de intentos de golpe, recibiendo una amarilla y jugando regalado durante un rato. Claro, todo por no saber pegar. Fue el Ruso Pérez de este doble cinco presentado ayer, lo que da una idea de lo que era ese sector de nuestro equipo. 

B. RODRIGUEZ

Juvenil elemento con condiciones, no fue el peor de la línea de tres que se movió detrás del centrofóbal. Claro, al lado suyo se ubicaban el inefable De la Rasqueta y el hermano del Pato Sánchez. Para graficar la presencia del player Rodríguez, alguna vez tuvimos en la posición de puntero derecho al Chicharra Ramos o al Hormiga Alzamendi. ¿Cómo pasamos de un puntero con rulos y otro con canas a otro con claritos? 

DE LA CRUZ

Venía precedido de al menos tres factores de esperanza. Uno, es el hermano del Pato Sánchez, cumplidor elemento hoy marginado del combinado. Dos, su condición de jugador de ébano, una rareza en estos tiempos. Tres, su presente deportivo en su club (en esto cumplió, ya que todo repatriado que se precie de tal debe defraudar al ponerse la celeste). No hubo dinámica, no hubo talento, no hubo sudor. Se fue reemplazado, como era lógico.

DE LA RASQUETA

Nunca agota los adjetivos, hasta se puede armar un acróstico para dedicarle: desolador, estático, lento, apático, retacón, aburrido, sereno, quisquilloso, ufano, enigmático, tibio y ausente. Todos vimos lo que demoró en dar la vuelta a la cancha al ser sustituido. Imaginemos la dificultad que le implica hacer eso mismo, pero con oposición durante el match.

Suárez

Cumplió. Se mostró visiblemente excedido de peso, mostró su abdomen prominente sin ningún prurito al ejecutar el penal, se debatió, llegó a destiempo, obligó y le gritó el gol de Maximiliano Gómez en la cara a un rival como si estuviera jugando en el campito. ¿Qué más se le podía pedir?

NANDEZ

El partido pedía un poco de lo que este jugador puede aportar, sin tener en cuenta el tinte rubio de peluquería que porta en su cabellera. Así, con poco nomás, mejoró lo hecho por De la Cruz y se asoció con Arambarri para mejorar lo expuesto por el mediocampo moderno que arrancó jugando. Tal vez debió sumar una tarjeta para que su actuación fuese más completa.

ARAMBARRI

Número 5 en la espalda, cara de psicópata y mucho pundonor. Solo en este país nos podemos permitir dejar fuera de la oncena a un hombre de estas características. Su ingreso le dio al equipo lo que le faltaba y demostró que no podemos darnos el lujo de prescindir de jugadores por los que otros países matarían.

J. RODRIGUEZ

Otro que debió ingresar antes. Si ponemos un mediocampo y ataque repleto de imberbes con cara de bueno (a excepción de Luis Alberto Suárez), ¿cómo vamos a pretender meterle presión al rival? Si bien no fue un ingreso claro del inefable muchacho que bebe, hizo muchísimo más que De la Rasqueta (incluso desde antes de ingresar).

GOMEZ

Si usted es centrofóbal, entra en el minuto 86 a buscar la hazaña y conecta ese hermoso remate, ya está. Hay que cuidarlo al botija Gómez, ya que en un futuro no muy lejano será el dueño del área. Sin peinados raros ni reflejos, callado y sobrio, la mandó a guardar como hacen los abonados a los goles importantes.

Quetejedi

El más vivo de la clase, quedó bien con todo el mundo. Armó un equipo para enamorar calendaristas y remató el partido con bregadores, para terminar ganando con un gol bien a la vieja usanza. Igual, a nosotros no nos engaña y desde acá lo instamos a incluir desde el vamos a jugadores como Araújo, Damián Suárez, el Jockey Torreira, el Carnicero Arambarri, Jonathan Rodríguez y Maximiliano Gómez.