Como corresponde, después de años haberlo criticado, llegamos a esta instancia. Simplemente al comparararlo con lo actual, sería suficiente para otorgarle el reconocimiento obdulista sin mucho preámbulo, pero no se podía dejar de pasar por esta instancia de “A favor y en contra” con el hijo de Pablo Forlán. El pueblo obdulista lo pidió, y ahí vamos.

El hombre habrá estudiado y jugado en Europa, pero no puede negarse su paso por las selecciones de 2002 y2006, en las que compartió vestuario y concentración con varios prohombres de la patria. Es de los pocos que sabe de primera mano lo que son dos realidades completamente diferentes.

A favor:

– Es el hijo del Boniato.
– De chico, le afanaba las camisetas al propio Pablo Forlán y se iba a jugar con ellas puestas.
– Sólido desempeño en la noche, en diferentes países. Varios compañeros se alimentaron de lo que dejaba el hijo del Boniato en sus recorridas nocturnas, quien no solo jugaba, sino que también hacía jugar.
– Poseedor de remate de media y larga distancia, algo que en estos tiempos de posesión y toque excesivo casi no se ve.
– Dicen que remó con unos cuantos en la manga de Venezuela.
– En el 2002 lo quisieron agarrar de pinta y se ganó el lugar en medio de un plantel de prohombres de origen muy diferente al suyo.
– Si lo salió a defender el Mago Fabián, debe ser un Fenamenah e’ verdá.
– Mantuvo siempre el perfil bajo, por eso el negro Chengue, Darío y el Mago lo querían y pobre del que se metiera con él.
– Le enseñó computación al resto del plantel del 2002, además de escribirle las cartas de amor al Mago para poder concretar con su amada.
– El golazo que le hizo a Senegal, con botines rigurosamente negros.
– Las fotos que hay de él con prohombres y obdulistas de pura cepa.
– Se puso el equipo al hombro cuando hizo falta y nunca se escondió
– Supo pararles el carro a varios periodistas.
– Aunque nunca partió una cadera o un peroné, tampoco achicó nunca. Siempre bancó a lo macho.
– Metió siempre en la selección.
– Fue determinante para empatar con Brasil 3 a 3 cuando dirigía Carrasco.
– En el 2009 vs Ecuador en Quito le hicieron penal a Cavani sobre la hora, no dudo en agarrar la pelota y patearlo él.
– Hizo el mejor gol de un Mundial y se lo atribuyó al centro del Cacha.
– Aprendió de los errores del Mago y no se dejó engatusar por la farandulera argentina.
– Salió a bancar a Cavani con lo de Neymar
– No participó del nefasto calendario celeste
– Fue el único que le metió el peso a Yepes en el Mundial 2014, cuando estaba de vivo.
– Pese a su color de pelo y ojos, ha dado algún cachetazo y propinado insultos a diestra y siniestra por canchas de América y Europa.
– Supo compartir vestuario con los metrosexuales de Beckham y Cristiano Ronaldo, pero nunca les copio las mañas.

En contra:

– Tomaba daikiri de frutilla.
– Iba frecuentemente a eventos del tipo del certamen Miss Atlántico.
– En ocasiones, mostró excesiva bondad y apego por el fair play la caballerosidad mal entendida.
– Introdujo el sushi y la torta marmolada en los planteles orientales.
– Rubio, bilingüe y de Carrasco. Fue a los mejores colegios y completó sus estudios.
– Ya tenía una laptop en el Mundial del 2002, cuando Richard Morales y los Daríos sólo andaban con el mazo de cartas en el bolsillo
– Habla bien, vocaliza y no titubea ni habla en tercera persona.
– Juega al golf y al tenis y encima bastante bien.
– Mejor jugador de un Mundial y dos veces Pichichi de la Liga de España y Bota de Oro de Europa, demasiado reconocimiento individual
– Nunca derrapó en la noche, siempre hizo el novio.
– Pidió cambiar la gloriosa casaca de alternativa roja por la blanca.
– Nunca probó vino en caja o suelto.
– Siempre disciplinado, le sobran abdominales.
– Es embajador de Unicef.
– Usó trencitas a lo Bo Derek.
– Era demasiado ordenado en su habitación.
– Nunca lo echaban, no se calentaba ni les metía la pesada a los rivales.
– No se escapaba de las concentraciones
– No fuma, no toma, no hace ná.

Nivel de metrosexualidad: 5/10

Tiene más a favor que en contra, y a medida que pasa el tiempo, más se lo extraña al compararlo con la actualidad. Creemos que pesa más el hecho de haber pasado airoso por aquellos planteles de prohombres, ya que, a fin de cuentas, el hombre no tiene la culpa de que el Boniato le haya dado una buena crianza.

Si después de todo, esos estudios sirvieron para prender la computadora para mandarles mails a las primas de Darío Silva, ¿quién tiene derecho a cuestionarlo? Por haber sido el último punto de contacto entre el obdulismo y “las nuevas generaciones”, el híbrido casi perfecto, queda reivindicado por esta página.

*Este texto está publicado en el libro Segunda vuelta obdulista, de Sebastián Chittadini (Fin de Siglo, 2018).