Retomamos la siempre pedida sección “A favor y en contra” con un jugador muy conocido por el pueblo obdulista: Álvaro Rafael González, el popular “Tata”. De mano derecha del proceso a obdulista insustituible, un player que empezó siendo portador de un “pelito a lo cavani”, muy del riñón del quetejedi y tildado de intrascendente (incluso por nosotros), pero con el tiempo fue demostrando Viejos Valores indiscutibles y mucho huevo. Alguna vez se lo acusó de un supuesto enfrentamiento con el hermano metrosexual de Patoruzú Guglielmone, hecho que quedó en el pasado.

A favor:

– Álvaro Rafael, nombre de hombre oriental

– Es un perro de presa

– Puro huevo y sacrificio

– La recordada baboseada a los chilenitos luego de anotarles un gol

– Zamarreó a Geymar

– Escribió en twitter poniendo a los chilenitos en su lugar, invitándolos a visitar el Museo del Fútbol

– Recriminó a los jugadores que suben fotos de las patadas recibidas a las redes sociales

– Voz de vino

– La dosis necesaria de mala leche

– No se olvida del barrio

– Cero metrosexualidad

– Humildad y compromiso

 

En contra:

– Casi nunca le va a pasar la pelota a uno de celeste

– Cuando tiene la pelota no sabe que hacer, ni se sabe lo que va a hacer

– Ha sabido vestir algún botín naranja

– Se dejó tirar besito por Geymar, no pudiendo completar la faena iniciada
Nivel de metrosexualidad: 1/10

Un hombre que ha comido muchas puteadas por parte del obdulismo y de los propios calendaristas y fanaticos del quetejedi, pero ha sabido cumplir como el himno y Obdulio mandan. El Tata es como cualquiera de nosotros dentro de la cancha, y seguro que si usted lo tuviera en un fútbol, 5 no lo elegiría.

Cuestionado por parte de la afición sobre su utilidad para el equipo, siempre es un jugador rendidor de mucha utilidad para el equipo. El jugador táctico por excelencia. Creemos que se generó una opinión que se fue tornando contagiosa con respecto al Tata como jugador. Como dijo el propio jugador: Muchas veces esas críticas me alimentan y me siento orgulloso en momentos en que la gente me dice: “Yo era uno de los que no te quería en la selección y me demostraste que estaba equivocado”.

Usted aportará si cree necesario alguna otra condición que entienda buena o mala de este gladiador del mediocampo celeste sobre el que hoy ya no hay dos opiniones. Unánimemente, el pueblo obdulista ve en este hombre a un continuador de la estirpe de tantos fogoneros indispensables. PERDÓN “TATA”!