No vamos a dramatizar con el resultado, ya que en la altura de Quito hemos perdido varias veces. Sí vamos a aprovechar la oportunidad que se nos presenta para marcar las cosas que no nos gustan, y destacar las que hay que destacar. De Muslerita se ha dicho muchas veces que no condice su vestimenta de cono de la intendencia con la tradición de enjutos goalkeepers del fútbol uruguayo. Pero hoy, metrosexual y todo, atajó hasta un OVNI! Y el platillo volador ese, ¿no podría haberle caído en la cabeza al Edin? Algunos players sufrieron pero fueron todo pundonor, caso el Tata y el Mono, que estaba tan desorientado por los efectos de la altura que no le daba la coordinación ni para revolear a un ecuatoriano como hizo con el pizarrero costarricense. Pero ¿es culpa del Mono? Si el cuerpo técnico sabe que no rinde en la altura, que entre otro compañero.
Es ahora cuando nos gustaría detenernos en el hermano afrancesado de Patoruzú Guglielmone, de quien cada intervención suya hacía que nos cayeran peor las tortas fritas. Además de que parecía estar jugando de tacos altos, empezó con un resbalón de cara al gol, sacó la patita en cada pelota dividida, hizo un gol y casi hace otro pero dejando todo el tiempo una sensación de frío polar que no nos gusta a los obdulistas. Festejó el gol como enojado y queriendo tapar la boca a quien sabe quién, enójese con usté mismo muchacho, y mire algún video de cómo metía su hermano!
Livianico Lodeiro como siempre, corrió para todos lados, tuvo el mérito de meter el centro del gol, y mostró unos saludables botines negros embetunados. Poco más para decir. Godín y el botija Coates revolearon a un par de ecuatorianos como indica el manual del zaguero oriental. En las postrimerías del partido, hizo su ingreso el veloz puntero derecho uruguayo Michael Santos, hombre apoyado por esta humilde página. Los negros Abel y Rolan poquito, claramente estamos viviendo una degradación del componente afro en nuestro país. Urgentemente hay que convocar al negro Chengue, a Regueiro, a Darío, a OJ para que les enseñen en primer lugar a tocar el tambor y alguna otra cosita.
Los ecuatorianos nos cantaron “ole”. Eso.
El pesimismo de Scelza y Romano está formando generaciones de hinchas exitistas y de poco espíritu. Paco debería poner ya mismo en pantalla una dupla conformada por el Mariscal Kesman y el Profesor Juan Ricardo Faccio, para que no se sigan perdiendo criollos.
Ahora, y luego de que nos quejamos de que nos hacían ruido y nos llenaron el hotel de modelos en tanga, es de esperar que el regenerativo se haga como corresponde. Hay que aflojar las tensiones de la altura y el mal resultado, preparándose como se debe para recibir a los chilenitos en el coloso de cemento. El martes hay que ganar desde antes del partido, hay que demostrarles dónde están estos botijas que se creen los mejores del mundo. QUE VUELVAN LOS RECIBIMIENTOS DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!