Siempre hemos hablado de que estos jugadores que no nos representan están más preocupados por su apariencia, por la estética, por las fotos, por las cámaras, por todo menos por representar los Valores que nos han caracterizado a lo largo de nuestra rica historia.

Sobran las muestras que han dado a lo largo de los años, como el nefasto calendario, los botines de colores, los peinados, las vestimentas…Todo en estos señores dista de los que alguna vez fuimos y volveremos a ser en cuanto tomen las riendas los hombres indicados para devolvernos nuestra esencia.

Y dentro de lo que es la costumbre que tienen los calendaristas de andar avergonzando al recio obdulista que va a laburar 8 horas y tiene que después explicarle a su botija por qué Cáceres se pone esos pantalones, por qué Palito se hace esos peinados, por qué Abel usa esas caravanas de diamantes, por qué Cavani habla así o por qué Forlán cocina y no lo hace su mujer. ¿Cómo hace un humilde laburante para inculcarle a su gurí las andanzas de una selección 2002, o la del Negro Cubilla con el Caballo Kanapkis y el Indio Morán entre otros?

Ahora lo último es el señorito Cavani, más afrancesado que nunca, pero afrancesado en el mal sentido de la palabra, hace unas declaraciones que lo pintan de cuerpo entero. Resulta que a este elemento, que comparte genes con el Patoruzú Guglielmone y tiene un padre que ha dado muestras de obdulismo, se le dió por criticar enfurecido a los muñequitos miniatura que se compran en los supermercados.

“Hemos estado hablando de este tema y es una vergüenza”, dijo Cavani cuando le preguntaron este lunes en conferencia de prensa sobre los muñecos de los jugadores celestes que se canjean en supermercados. interrogante del periodista fue en tono jocoso e incluso le acercó el muñeco que representa a Diego Lugano, pero Cavani respondió muy en serio. “Son cosas en las que seguramente se tendría que tener un poco más de nivel y no ser la gracia o la burla en todo el mundo”, afirmó. “Es una de las cosas que tenemos que cambiar en nuestro fútbol”. Si habrá otras cosas que tenemos que cambiar de nuestro fútbol señor! Empezando por el metrosexualismo reinante y los premios fer play que exhiben con orgullo.

Al respecto, vamos a decir dos cosas. La primera, que esto es otra vía que buscaron los allegados al quetedije para seguir enganchando a la botijada hacia el “proceso”. Ya los macaquitos de Forlán, Cavani, Lugano, Muslera, Ramírez, Cáceres están instalados en miles de hogares. Pero eso no quita que este muchachito ande preocupado por un muñeco de juguete, que tal vez a varios niños les alegra tenerlo. Cavani, no se ande preocupando por su imagen, preocúpese por jugar mejor y hacer goles en el mundial, preferentemente por no hacerse más rodete y hablar con voz más gruesa. Deje los muñequitos para los gurises que bastante les divierte.

Lo otro que nos gustaría decir, y ya que es nuestra página lo decimos, es que esto en otra época hubiera sido una verdadera forma de instalar definitivamente en el corazón de la gente a jugadores que fueron defenestrados injustamente y desde acá siempre reivindicamos. Si uno tuviera hoy a mano ese muñeco del Chengue, o del Canario, el de Fabián con su nariz colorada, el de Paolo, el de Darío Rodríguez o Darío Silva, otro sería el cantar. Ahí el obdulista que hoy no puede explicarle al botija le diría “estos eran hombres, estos metían, estos defendían la Celeste en cualquier lado y no andaban poniéndose cremas”. Al Negro Chengue o al Canario no les habría importado un carajo si el macaco se le parecía o no, porque ellos siempre se debieron al pueblo, y si el pueblo era feliz ellos eran felices. Pero el señorito Edin tiene vergüenza de que se vayan a reir de él porque el muñequito no se parece.

Vaya a picar piedra a las canteras señor Cavani, QUE VUELVAN LOS JUGADORES QUE NO SE PREOCUPABAN POR COSAS INSIGNIFICANTES, QUE VUELVAN LOS QUE SE PAGABAN EL PASAJE Y VENÍAN EN CLASE TURISTA, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!