Como ya lo expresamos en nuestra crónica del match, lo que vimos contra Inglaterra fue algo que tuvo varios puntos en común con otras épocas. https://lacelestedeantes.com/2014/06/19/para-que-el-hincha-2010-se-haga-una-idea/
Dentro de una actuación destacada de varios players, con el punto alto de Suárez que se robó toda la atención, pasamos a analizar a cada elemento que actuó en la segunda confrontación mundialista.
Muslerita: Dos tiempos diametralmente opuestos para el hombre naranja. En el primero se dedicó a hacer vista en un tiro libre, a dar un rebote y a quedarse clavado en la línea del arco, en el segundo pareció poseído por el espíritu de Mazurka y atajó hasta el viento.
Cáceres: En esta oportunidad no mostró los calzoncillos ni se le resbaló el útil en un obol por la crema de manos. De todas maneras se acomodó el pelo más de lo deseable, aunque defendió con gallardía el flanco derecho de la retaguardia oriental.
Giménez: Se mostró más rápido que el ex capitán, mostró pasta a pesar de algún error, se hizo sentir sobre todo apoyándole la zona testicular en el hombro al gordito delantero británico. De pasada, batió el récord del verdugo Pedro Virgilio Rocha y se convirtió en el jugador uruguayo más joven en debutar en un mundial. No hay información sobre ningún diálogo personal con jugadores del equipo contrario.
Godín: Liberado por la ausencia del poste que acostumbra tener al lado, el nuevo capitán uruguayo cumplió una buena labor en el fondo. Obtuvo una amarilla por una mano, y luego gracias a su conocimiento con el juez jugó todo el partido regalado, pegando, metiendo pierna, codos, conversando, sacando todo. La mejor versión de un Godín cómodo con el brazalete, prueba superada ampliamente.
Palo Pereira: Uno de los hombres que se robaron la jornada. Como ya lo destacamos especialmente, un diploma de obdulista espera a este moreno elemento por su guapeza y temple al servicio de la patria. Todavía con un short calzado en el ombligo a lo Obdulio, mejor imposible. https://lacelestedeantes.com/2014/06/19/marche-un-diploma-de-obdulista/
Cacha: Los ingleses se comieron la pastilla, al confundirlo con un vendedor de baurús que se había colado al campo de juego. A la vieja usanza del 5 solitario que no precisa compañía para hacerse patrón, enfundado en su casaca cinco talles más chica, este gladiador se comió la cancha. Mordió cada pelota, gesticuló, le pegó tres gritos al gordito de los cachetes colorados por tirarse, trancó. Un bastión.
Tata: Corresponde decir que cumplió una labor sacrificada, puso ganas, no se dejó tirar besitos por ningún adversario.
Cebolla: Metiendo, corriendo, casi mete un golazo de volea, uno de los que está contagiando a sus compañeros del espíritu obdulista dentro del campo.
LiviaNico: Este elemento, del que ya sabemos que tiene un hermano obdulista que nos sigue y lo putea cada vez que es necesario, sumó unos cuantos puntos con su tranque con la cabeza a lo Vasco Aguirregaray (padre) o Tito Ferro. Un jugador que tranca con la cabeza, si mejora un poco el tema estético, definitivamente merece estar de este lado. Si sigue así vamos a tener que empezar a llamarlo de otra manera, vamos por esta senda botija!
Hermano famoso de Patoruzú Guglielmone: El ariete de la voz aflautada puso lo que había que poner. Caras de malo, entrega, sacrificio, el pase del primer gol a Suárez, y una chance clara tirada 3 metros afuera del arco. En resúmen, casi casi lo que pedimos de un nueve, como aquellas que erraba Darío Silva.
Suárez: Volvió, los clavó dos veces, se lo dedicó al técnico de Inglaterra y por todo eso fue la estrella del día.
Después del segundo gol nos entró una basurita en el ojo y no pudimos evaluar a: Stuani, Fucile, Coates. Según detallan las crónicas de varios colegas, el primero ejerció su función habitual (no se sabe de qué juega), el segundo entró para ver si repetía su desmayo del 2010 para no ser menos que Pereira, y el tercero entró para saludar a los 6 jugadores del Liverpool que había en el campo.