Como corresponde cada vez que detectamos comportamientos obdulistas, son destacados en esta página. Hoy queremos resaltar la figura de un obdulista de estos tiempos, un jugador que a sus 27 años atraviesa su plenitud como futbolista, gracias a los Valores que aprendió desde chico en el barrio Aires Puros. Allí comenzó a forjarse la personalidad y el fútbol de Aníbal Hernández, quien desde sus inicios probó suerte en varios clubes y consolidó su carácter en las canchas del ascenso defendiendo a La Luz.
El cuadro del barrio le tenía reservado un lugar, como no podía ser de otra manera ya que si se es de Aires Puros se juega en La Luz. Con 17 años ya debutaba en el primero, con 18 ya era padre. Fueron tres años en La Luz. Peleando descensos, peleando por el pan. Como cuenta Aníbal, en esas canchas hay que hacerse hombre a la fuerza, se enfrenta a verdaderos gladiadores partido tras partido. “Pah, en ese momento era flaquito y andaba por el aire de las patadas que me tiraban. Me acuerdo una vez que me marcó un moreno de Atenas, Charles se llamaba, me pegó una patada que me partió la canillera a la mitad. Nunca me había pasado”. Nos gustaría saber qué es de la vida del tal Charles, y por qué no está dando charlas en las escuelas y en los clubes de baby fútbol.
Luego de andar por varios lugares y llegar a primera con la camiseta de Racing, Hernández tuvo la oportunidad de pasar a Defensor, donde tuvo un recordado incidente con un hincha. “Una vez, cuando salía con mi hija de un año en brazos, un estúpido me vino a increpar. Largué a la gurisa y lo encaré. Sabés donde vivo, golpeá la puerta de mi casa y lo arreglamos”. Esa debe ser la actitud de un luchador del fútbol ante un ciudadano que nunca pateó una pelota ni la peleó desde abajo.
Quienes viven en Parque Posadas conocen al padre de aníbal, laburando de sol a sol en su puesto de verduras, y nuestro player siempre que puede anda ahí dándole una mano al viejo. Ese es otro de los Valores que se han ido perdiendo, y otra de las razones por las que hernández es tan querido en el barrio. Moldeado en los potreros del ascenso, la personalidad del volante se hizo a prueba de balas. Por eso además de sus goles y su buen juego, se lo ve discutir o pelear cada pelota como la última. “En la cancha, como buen pibe de barrio, no me dejo meter nada. ¡Me crié en La Luz, de que me voy a asustar! Un día vino Laens de Bella Vista a decirme unas cosas y le dije: ‘No ves que sos rubio y de ojos celestes, no te das cuenta que no me podés decir nada’. Imaginate, jugué con Carlos Camejo en La Luz. Una vez se armó lío con Platense y la hinchada nos quería pelear. Me acuerdo de Carlitos en la cancha de Fénix. Me tiré a trancar con la cabeza y cuando me paro le meto un caño a uno. Viene Camejo, me agarra el brazo fuerte, y me dice: ‘Dejame tocarte así me contagiás’. No me olvido más. Hoy los pibes no te hacen caso, con 20 años quieren manejar un vestuario”. Palabras de Anibal Hernandez! por suerte no está todo perdido compañeros!
Además de demostrar dentro y fuera de la cancha los principios que pregonamos en este espacio, es muy destacable la influencia de un Carlitos Camejo en su vida, y el reconocimiento que le hace a sus enseñanzas. Es de obdulistas ser agradecidos. Por todo lo expuesto anteriormente, y por el sentir popular que lo pide y aclama, creemos que este señor merece el título de Obdulista ya mismo!Este hubiera caído como anillo al dedo en el plantel del 2002, lo que ya es mucho decir. Por más Aníbales Hernández en nuestro fútbol, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!