El domingo 4 de Setiembre de 2005 Uruguay recibía a Colombia por las eliminatorias para Alemania 2006, necesitado de la victoria para poder aspirar al repechaje. Aquel día se obtuvo una dramática victoria por 3 a 2 con tres goles del gran Marcelo Danubio Zalayeta, que permitió a los dirigidos por el Flaco Fossati llegar al ansiado y clásico quinto puesto.
El gran estratega dispuso que ingresaran al Monumento Histórico del fútbol mundial los siguientes hombres: Fabián Carini, Diego López, Paolo Montero, Guillermo Rodríguez, Gustavo Varela (82 Vicente Sánchez), Pablo García, Diego Pérez, Alvaro Recoba (77 Fabián Estoyanoff), Marcelo Zalayeta, Diego Forlán y Richard Morales (70 Marcelo Sosa). Como era usual en esas épocas, un equipo conformado por hombres en su mayoría.
Nuestro protagonista ingresó en el minuto 70 por un exhausto Richard Chengue Morales para reforzar el mediocampo y darles una mano a un enorme Canario García y un Ruso Pérez que todavía era el Ruso Pérez. En una incidencia del match, en el minuto 87, el Canario perdió la marca y los colombianos salían de contra, a lo que dentro del campo se escuchó un grito desesperado de nuestro prócer a su compañero de batalla en el mediocampo al ver que no llegaba a cortar el avance cafetero. “BAJALO PATO BAJALOOOOO!!!!!” fue el grito de guerra del Canario y ahí el estadio entero vio como el Pato Sosa se cruzaba la cancha corriendo para meterle una quebradora a la rodilla al hábil delantero Tressor Moreno.
ESOS ERAN CAUDILLOS! El Canario como un verdadero líder al ver que no llegaba y el colombiano se iba, recurriendo a su escudero fiel, y el Pato por juntarle las rodillitas como debe ser para proteger el arco. El morocho estaba intratable y el ataque colombiano tenía ventaja numérica, por lo que el Pato hizo lo que había que hacer. Nunca se volvió a saber de la vida de Moreno, y en Colombia se dice que llora por las noches al recordar ese atinado puntapié de Marcelo Fabián Sosa. Lo que se dice un mediocampo aceitado, con perfecto entendimiento entre sus integrantes a la hora de hacer los relevos.
Expulsado injustamente el Pato (se arreglaba con una amarilla), los minutos finales fueron de sufrimiento y dramatismo, pero se logró el objetivo y el público oriental se fue pipón del coloso de cemento. QUE VUELVAN LOS MEDIOCAMPOS RASPADORES CON TRIPLE 5, QUE VUELVA EL FLACO FOSSATI, QUE VUELVA EL CANARIO, EL PATO Y LA CELESTE DE ANTES!!!
Para volver a deleitarse, no ponemos los tres goles de Zalayeta, sino la patada del pato. Salú!: