Por estas horas, es liberado un obdulista que tuvo que permanecer detenido y privado de su libertad. Nos referimos al 9 de ébano Hugo Silveira, el hombre con potencial para ser el nuevo Chengue Morales que un país entero quiere disfrutar. Bueno, al menos el obdulista que no se dejó encandilar por el calendario celeste y las luminarias, reclama y sufre la ausencia de un elemento de sus características en el combinado.
Ante una provocación de un vecino, Silveira fue atacado y se defendió. Mano a mano, de frente, como corresponde a un oriental y obdulista. Mientras la otra persona sacó un arma, Silveira fue para adelante con las manos. ¿Tuvo la mala fortuna de fracturarle la nariz? Son cosas que pasan cuando se amenaza a un obdulista con un arma, que agradezca que no fue peor. Pasa que estas cosas antes no trascendían, pero ahora el futbolista, que es un hombre como cualquier otro, no puede tener un incidente sin que salgan los defensores de la moral a castigar sus actos.
“Hugo, que es una persona de bien y siempre está del lado del más bueno, lo que hizo fue defenderse”, dijo su representante. Desde este espacio, nuestra solidaridad con este delantero de ébano, de nivel de selección, de los que siempre tenemos que tener en la Celeste. El nuevo Chengue sigue sumando, ya lo van a ver. Ya vendrán los goles en un repechaje contra Australia, una apretada al vestuario de algún rival pizarrero, el pase a Europa, la discoteca propia, algún escarceo con una actriz de películas de relajo… pero estamos seguros de que siempre sin olvidar los orígenes.
A no olvidarse de que la gloria futbolística de este país se construyó con muchachos que iban al frente dentro y fuera del campo de juego. Que no venga nadie a escandalizarse ahora, el botija tuvo un inconveniente cotidiano como puede tener cualquiera, y lo resolvió como dijo Don Carlos Solé pidiendo permiso por usar la expresión, “a lo macho”.
Este país iba mucho mejor cuando los orientales se caracterizaban por sus lealtad y no andaban haciéndose los Yon Wein por ahí, cuando había códigos y primaban otros valores. Que se resuelva ya todo esto y sin tanta alharaca, y que Silveira vuelva pronto a los terrenos de juego.
QUE VUELVAN LOS ALTERCADOS DE ANTES, QUE VUELVAN LOS NEGROS DE ANTES, Y QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!