Volvió una tradición de esas que tanto nos gustan, la de los partidos a horas tardías o tempranas dependiendo de la situación, pero de esas jornadas que siempre incluyen una previa bien regada con la bebida espirituosa que se tenga a mano.

Sin demasiada expectativa nos dispusimos a ver el debut de los pichones del proceso, dirigidos por el pichón del quetejedi. Ya de entrada nos calentamos con el mamarracho de bandera que le encajaron a Uruguay en la transmisión, seis franjas azules y siete blancas! Por si fuera poco unos pajarracos insoportables que sobrevolaban en cada jugada impidiendo la visual, más cuando uno tenía un alcohol arriba. No había un nuevo zelandés que bajara de un hondazo o un chumbazo a esas aves?

Yendo al partido, y luego de volver a molestarnos con la actitud de Pereiro no cantando el himno, vamos a decir que la mayoría de los botijas que jugaron ayer, representan bastante bien los Viejos Valores de la celeste, juegan más o menos y meten bastante, lástima varios de los peinados que llevan. Se salva el recio Lemos, de primer nombre Paolo y mota prominente a lo Chicharra Ramos o Pato Aguilera en sus comienzos. El capitán Nández retrocedió varios casilleros al dejarse ese pelo rubio peinado con secador, no da con la imagen de un 5 y capitán celeste. Kevin Méndez más Pereiro es decir que sobra un pecho frío, históricamente la Celeste puso uno sólo en cancha, ya dos se superponen. Cabe decir que si bien Pereiro no cantó el himno, al menos gritó el gol (se temía que no lo gritara porque los yugoeslavos tienen los mismos colores que los de la barra brava de la que el botija es hincha). Y capítulo aparte para el botija Poyet. Nació en España, representó y fue capitán de Inglaterra y termina jugando por Uruguay. Si eso no es tener las cosas claras, que nos expliquen entonces. “Fue fácil optar por defender a Uruguay”, dijo el hijo de Poyet, y eso nos toca la fibra íntima a todos los orientales.

A Pereiro se le va a marcar lo que consideremos que no va de la mano con la actitud de un jugador de Uruguay, lo mismo haríamos con cualquiera sea del equipo que sea porque acá se habla de la Celeste aunque más de uno no lo entienda y putee.

Se sufrió todo el partido, hubo que defender gran parte de los 90 minutos, la pelota fue de Yugoeslavia. Es verdad que en la mitad de la cancha fue difícil acertar dos pases seguidos. Y además la figura de la cancha fue el arquero, que salvó al menos cinco chances claras de gol. No importa, porque todos esos son ingredientes que debe tener una victoria de un team oriental. Y fue positivo que nos llevaran de pesado, que no nos pegaran, y que se mostrara presencia en el campo de juego. Había que ganar, en el debut y contra un rival de fuste con botijas que vienen tomando ginebra desde los 12 años.

El partido terminó con centros y pelotazos a la desesperada de los yugoeslavos, y la entrega de Uruguay para sacarla como sea y asegurar la victoria. No fue lo más lindo de ver, pero el que quiere ver algo lindo que vaya a ver ballet.

Ahora se vienen los mexicanitos, hay que seguir por la senda ganadora y mostrando la marca en el orillo del fútbol oriental. QUE VUELVAN LOS JUVENILES DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!