Muchos no lo saben, pero el gol más rápido de un suplente en la historia de los Mundiales fue anotado por Richard Morales en 2002 (a los 15 segundos de haber ingresado ante Senegal).

Ese partido tiene una fuerte carga emocional para todos los que lo vimos, más allá de la emoción propia del encuentro en una instancia mundialista, ya que está reconocido como el mejor partido de ese Mundial.

Recordemos la situación: Grupo A de la primera fase del Mundial de Corea y Japón (el primero que se hacía en Asia, así como el primero organizado por dos países conjuntamente), Dinamarca y Senegal eran líderes de grupo con 4 puntos y les seguían Francia y Uruguay con 1, a falta de jugarse la última jornada.

Al llegar al descanso perdiendo 3 a 0, parecía que los dirigidos por Víctor Haroldo Púa estaban afuera del Mundial, pero nada es imposible cuando están delante once hombres que visten la gloriosa casaca color cielo

Mucho se especuló acerca de lo que pasó en ese vestuario celeste y en el de Senegal, con la famosa apretada del Chengue y Darío, pero el hecho es que el equipo reaccionó al descanso. Es leyenda la arenga del Chengue ante un plantel enmudecido, y la plantada del gigante de ébano diciéndole a Púa: “Gordo, meteme a mí y a Forlán”. ¿Resultado? Púa accede al pedido, dándole entrada a Richard Morales en lugar de Abreu y al hijo de Pablo Forlán por el Gato Romero, en un indiscutible acierto del estratega responsable de hitos como Malasia ’97, Nigeria ’99 a nivel Sub 20 y la Copa América ’99 a nivel de mayores.

El efecto fue inmediato, ya que el Chengue marcó el 1-3 a los quince segundos de la reanudación, dando esperanzas y una inyección anímica importante al equipo. Recordado es por todos el homenaje del centrofóbal  a su gran amigo el Mago Fabián O’ Neill, lesionado, mostrando su camiseta debajo de la número 18 al anotar.

Uruguay se fue arriba y arrinconó a la selección africana en su campo, con el liderazgo de Paolo Montero, Darío Rodríguez y el Canario Pablo García desde atrás y la acción de cuatro delanteros como Recoba, Darío Silva, Forlán y el propio Morales.

Después llegó la remontada, y el histórico cabezazo errado por el Chengue y el Gordo Púa casi que de forma sincronizada, pero el Chengue es el suplente más rápido de la historia y nadie lo ha podido superar todavía. ¡QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!