La primera participación de Uruguay en una Copa de las Confederaciones marcó el debut en la selección mayor de varios futbolistas del inolvidable plantel vicecampeón en el Mundial Sub 20 de 1997. Después de ganar la Copa América de 1995, Uruguay se ganó el derecho a participar del torneo que se disputó en Arabia Saudita y se llamaba hasta entonces Copa Rey Fahd, en homenaje al hombre que mandaba en el país.
La Celeste había quedado eliminada del Mundial de Francia 1998 y estaba sumergida en una crisis deportiva. Durante las Eliminatorias el equipo fue dirigido por tres técnicos: Héctor Núñez, Juan Ahuntchain y Roque Máspoli. El 16 de noviembre de 1997 cerró su participación en las Eliminatorias ya eliminado, ganándole 5-3 a Ecuador. La celeste terminó séptima entre nueve selecciones y se desvinculó el gran Don Roque, héroe del Maracanazo. Llegado el momento de afrontar este torneo, más que tratarse de un escenario ideal como preparación para el Mundial de 1998, se convirtió en un compromiso al que se acudió casi que por obligación y los ánimos no eran los mejores.
A la semana siguiente al término de las eliminatorias asumió Víctor Aroldo Púa como entrenador de la selección mayor, designado de forma interina por Eugenio Figueredo. Unos meses antes, bajo su conducción, la sub 20 había conseguido el subcampeonato mundial en Malasia. Con esas credenciales sucedió a Máspoli y confió en varios juveniles para la competencia de Arabia. Así, debutaron el Canario Pablo García, Nicolás Olivera, Marcelo Danubio Zalayeta, Carlitos Díaz, el Gallego Martín Rivas, el Churrasco César Pellegrin, Fabián Coelho y Christian Callejas. Ya no estaban más los Francescoli, Fonseca, Bengoechea, Ruben Sosa, Aguilera, “Manteca” Martínez. Se producía una renovación en la Celeste con la presencia de 8 integrantes de la Sub 20.
Púa le confió la titularidad a la dupla Nico Olivera y Zalayeta, también a Pablo García. Estos se sumaron a la experiencia del gran capitán Paolo Montero (que debutaba como capitán), del Negro Méndez y a jugadores destacados del ámbito local, como Pacheco, Recoba, el Gaucho De Los Santos, y otros que comenzaban sus trayectorias en el exterior, como el Indio Líber Vespa (Argentinos Juniors), Darío Silva (Cagliari) y Diego López (Racing de Santander). Unas semanas antes de viajar renunció Mario Barilko porque estaba negociando su pase a Tigres de México y lo sustituyó Pablo Hernández.
Uruguay tuvo un solo partido de preparación, y fue contra la selección de la B, en el estadio Charrúa (que vuelvan los amistosos de preparación de antes!!!). La delantera del combinado de la Segunda División, dirigido por Eduardo Acevedo, la conformaban José María Franco y el Rifle Walter Pandiani.
En aquella Copa participaron Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, México, Sudáfrica, República Checa, Australia, Brasil y Uruguay. El combinado oriental debutó el 13 de diciembre de 1997 frente a Emiratos Árabes Unidos, como integrante del grupo B. Al cabo de los tres partidos, los celestes finalizaron primeros, con los nueve puntos logrados. Los siguieron República Checa con cuatro, Emiratos con tres y Sudáfrica con uno.
La actuación del equipo de Púa alimentó esperanzas de cara al futuro. Tres victorias en fila contra Emiratos, Rep. Checa y Sudáfrica, con Olivera y Zalayeta siendo figuras, con Recoba desplegando todo su fútbol junto a Darío Silva, y una buena defensa que lideraba Montero. En semifinales el equipo dirigido por Púa se enfrentó en el clásico a Australia y perdió por gol de oro. En Australia jugaron varios futbolistas que cinco años después estarían nuevamente frente a los celestes por el repechaje a la Copa del Mundo Corea y Japón 2002.
El equipo de Púa terminó 4° al perder luego con los checos, pero había dejado una excelente imagen y generado expectativas hacia el futuro. Luego de eso, el Ejecutivo que lideraba Figueredo demoraría un año y medio en elegir al nuevo entrenador de la Selección. Un año y medio en el que apenas se jugó un amistoso con Chile a mediados de 1998 y otro ante la selección de País Vasco a fines de ese año, en ambos casos con Púa como técnico interino. Recién a mediados de 1999 elegirían a Passarella como técnico para clasificar al Mundial 2002, objetivo que terminó concretando Víctor Púa.
Nos parecía oportuno traer al recuerdo el debut en la mayor de los botijas que paralizaron a un país entero, demostrando estar para cosas grandes. Los gurises empezaban a hacerse hombres, algunos seguirían el camino hasta la gesta de Corea-Japón.
QUE VUELVAN LOS PROCESOS DE RENOVACIÓN DE ANTES, QUE VUELVAN LOS JUVENILES DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!