1474666_10202564547544310_1741399658_nSabida es por todos la generosidad que ha caracterizado al Mago Fabián Alberto O’Neill. Durante su carrera ayudó a mucha gente, y después también. Siempre fue despreocupado y consideró que la guita era para gastarla.

Esta anécdota es Fabián en estado puro. Nos llegó a través de alguien que estuvo presente y estima mucho al Dios isabelino. Cuentan que una noche en Florida, el Mago salió con unos amigos y luego de haber comido y tomado a morir, al amanecer paró en un carrito de panchos. Imagínense la cara del panchero cuando vio llegar a su humilde puesto a este prohombre, “amanecido”.

El Mago pide un pancho, que en la época valía 10 pesos, y al querer pagar saca un billete de $1000 que era bastante plata. El panchero le dice “me matás Fabián, no tengo cambio”, a lo que Fabián le responde “dejalo así, quedate con el vuelto”.

La plata nunca le importó, sus códigos pasan por otro lado. Grande Mago, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!

De yapa, pueden observar goles del Mago + él cantando “O’ Neill facci un gol”