¿Quién mejor que el Mago Fabián para definir la histórica gesta de Corea-Japón? Nadie puede describir como él lo que significó aquel pasar de nuestro team por tierras asiáticas, con momentos inolvidables para quienes sabemos apreciar los verdaderos valores del fútbol uruguayo. En una entrevista posterior, con la perspectiva que dan los años, el prócer de Paso de los Toros develó muchas de las incógnitas que la gente tenía sobre la interna de aquel plantel.

Sobre quienes defendían los intereses de la selección y quienes no, O’ Neill fue claro y tajante: “Lo del Mundial fue una lástima, porque yo creo que podríamos haber llegado más lejos. Pero… uno no quiere hablar de los problemas, pero los problemas existen en todos lados. Lo que pasa es que acá los problemas pasaron, quizá, con la gente que defiende más a la selección, no con la gente que… por ejemplo, Paolo y el “Negro” Ménde son personas que defienden a la selección. Y no voy a dar nombres, porque ellos saben quienes son, no porque yo sea cagón pero por ahí hay otros jugadores que después son los que están siempre en las tapas de los diarios, y vos ves que no defienden a la selección”.

Al indicar qué hubiera pasado de haber estado él en cancha, algo que el pueblo obdulista se pregunta, Fabián explica: “Menos mal que yo no jugué, si no los problemas hubieran sido conmigo también. Pero repito: Paolo y el Negro Mende defienden la selección. Los problemas fueron con ellos porque son gente que quieren organizar un grupo, mientras que los otros son los fenómenos, los que salen en los diarios. Vos con Paolo o con el Negro Mende podés discutir las cosas sin andar peleando. Porque ellos son fieles a todo. Al grupo, al trabajo…”

¿Había problemas? ¿Era un grupo dividido? El dios isabelino deja claro que sí, pero que había prohombres que lograban lavar los trapitos sucios en casa y que nadie notara nada. “Allá (en Corea) los problemas no se notaban. Pero, ¿por qué los periodistas no lo notaban en esas dos horas que podían entrar a la concentración para ver las prácticas? Y…¡porque estaban Paolo y el “Negro” Mende, y porque por ahí estaba yo, que rompía los h…. todo el día y tanquilizaba todo el tema!”.

¿Qué era entonces lo que pasaba?, ¿dónde estuvo el problema?, El Mago no dudó en explicar las causas que entiende como culpables de no haber llegado más lejos: “Lo que pasó es que todos querían ser unos fenómenos, y fenómeno no había nadie. Porque todos juegan en todos lados y ganaron un millón de dólares, pero tenés que tener un poco de orgullo también. En la vida tenés que tener orgullo. Y eso faltó. Eso es lo lamentable”.

La gente siempre se preguntó si el grupo estaba quebrado, si había varios bandos, si éste no le hablaba al otro, todo eso: “Sí, había dos grupos. Pero… ¿por qué? Estaba el grupo que defendía a la selección, que lloraba por la selección, porque yo a Paolo lo ví llorar, y al Negro Mende lo ví llorar, y a Varelita lo ví llorar, al Chengue lo ví llorar, al Canario García lo ví llorar, esos son gente derecha, no los otros, que no lloran, que son los fenómenos que salen todos los días en las tapas de los diarios…”

O’ Neill exime de culpa al gordo Púa, al que muchos achacaron la performance del equipo. “Al técnico hay que dejarlo de lado. Si fueron los jugadores los que jugaban. Para mí, al Víctor hay que dejarlo de lado, porque también si hubiera habido más grupo, capaz que podíamos haber seguido más adelante…”

Para todos los orientales, no haber podido ver al Mago en cancha fue una frustración enorme, y para él también, ya que era el sueño de su vida, jugar un mundial. Pero para Fabián, sorpresivamente tal vez hubiera sido peor. “No haber podido jugar el Mundial fue una gran frustración, pero por ahí hasta fue mejor, quizá. Si no, en el grupo, con esa gente, podíamos terminar todos mal. Yo, con mi temperamento, y esas cosas, capaz que hasta hacía alguna cagada a lo último, si Dios quiso eso, sólo él lo sabe”.

Por último, Fabián no podía no referirse a la famosa jugada del Chengue y el cabezazo errado, una postal de aquella legendaria selección. “Si mete ese gol el “Chengue”, le hacía una estatua adelante de esa tuna, acá en la estancia. Pero también tuvimos un culo bárbaro, porque empatamos de atrás 3 a 3; si nos comemos un 5 a 0 con los negros, la gente nos mataba”.

Palabra de Mago, no queda otra que aceptarla y conocer de primera mano qué fue lo que realmente pasó allá por Corea y Japón. QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES, LA DE COREA Y JAPÓN, LA DEL MAGO, EL CHENGUE, EL CANARIO Y PAOLO!