Una vez le preguntaron al Chengue acerca de su fama de peleador, “¿Richard Morales se considera un chico malo?”

“No tengo nada de malo. Quienes me conocen pueden dar fe que dentro de la cancha quiero ganar siempre. Anhelo triunfar y cuando termina el encuentro concluye todo. Un abrazo, un apretón de manos y a otra cosa”. Cabe destacar el carácter ganador de Richard Javier Morales, un guerrero incansable que siempre dejó todo en la cancha y lo sigue dejando afuera de ella. también cabe destacar la mención al “apretón de manos” que tanto preginamos en esta página, símbolo del saludo entre obdulistas que se miran firmemente a los ojos.

Ese carácter ganador en cualquier cancha de nuestro prohombre de ébano, se paseó por canchas del mundo entero, en varios continentes.En una de esas contiendas, por Copa Libertadores, Nacional se enfrentaba a Cienciano de Perú. Tal vez muchos no recuerden ese partido, pero hubo alguna scaramuza que tuvo como cabía esperar a Richard como protagonista.

Sin embargo, hay otro protagonista inesperado de aquel tumulto que se anduvo sacando cartel de guapo. El ex futbolista peruano César Ccahuantico, apodado “El Sinchi”, quien hoy permanece privado de su libertad tras haber sido considerado cómplice del robo de 87 mil dólares de las oficinas de su club en marzo de 2008.

Este desconocido, que revela hoy el calvario que vive en prisión desde hace tres años, fue condenado a siete años y espera recobrar su libertad para reivindicarse. “No he violado ni matado a nadie”, ha declarado, quien hoy es líder en su pabellón, entrenador, preparador de educación física, carpintero y está por recibirse como licenciado en Ciencias de la Comunicación.

A que viene todo esto pensará usted compañero obdulista, tal vez algo impaciente por lo que está leyendo. Y lo interesante del tema es que este peruanito, como lo llamaría el gran Juan Ricardo Faccio, clama haberle pegado al Chengue en aquel partido. Como usted lo lee, este se anda queriendo hacer fama en la cárcel vendiendo a nuestro Dios Negro como supuesta víctima de un peruano de 1.60.

En una nota que el esclavo encontró por ahí, le preguntan a este ignoto elemento, “¿Te trompeaste para ganar el respeto de tus compañeros?”

A lo que el atrevido este responde con una sonrisa: “Cuando pisé el penal me peleé. Hay que gente que me veía rudo por lo que trasmitía en el campo, pero otros acá son avezados. No soy manco, me he volteado a un negro como el ‘Chengue’ Morales que mide dos metros, ja, ja, ja…”.

¿De qué manera se permite este fracasado hablar así de una gloria del fútbol mundial y de la noche montevideana y mundial? ¿Qué cree, que somos tarados? Nadie en su sano juicio podría dar crédito de que el Chengue Morales pueda haber perdido con un peruano. No estimado, hay peruanos que nos siguen y pregonan los Viejos Valores y saben que este pobre loco está mintiendo. Habría que informarle a este Ccahuantico que el Chengue fue con Darío al vestuario de Senegal, y si se volvió para atrás fue porque había 20 grones y les iba a llevar un rato remarlos, y ya empezaba el segundo tiempo. Mire si un peruanito le iba a pegar al Chengue!