Sin-título-1En el día de la desaparición física de Luis Ubiña, un seguidor de los viejos valores no acercó este documento histórico adjunto al siguiente texto:

“Yo tengo en mi billetera una foto de LUIS, que me la regalo mi abuelo antes de morir, me dijo que era un GRANDE (la expresión, dice todo) y por ende merece estar en mi billetera el día a día, me hace recordar a mi abuelo, prometo escanearla! Viejos valores”

Ubiña fue un admirable “jas” derecho, como se decía en su momento, que aterrorizaba a los rivales con su marca férrea y fuerza física. Hace algunos días, el técnico argentino Héctor “Bambino” Veira dijo que ir por la zona donde jugaba el “Peta” Ubiña era “como ir a Vietnam”. “Yo les decía a mis compañeros: ‘No me la tirés ahí que por ahí es Vietnam'”!!!

Y esta es nuestra manera de honrar la memora de este gran capitán y del abuelo de nuestro seguidor, transcribimos el texto de la foto ya que demuestra claramente el motivo de este homenaje:

“Tuvo en 1970 la distinción de ser capitán de la selección celeste y capitán, también, de ese Nacional que con comodidad logró nuevamente el titulo de mejor en el Uruguay. Y esas distinciones recayeron en un hombre de juego sin belleza; en un marcador de punta definido y consustanciado completamente dentro de la linea dura.
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No digamos desleal en el golpe. Un jugador, simplemente, que siempre quiere ganar y que pretende conseguir la pelota a cualquier precio. Si hubiera necesidad de golpear una pared, también lo haría, porque esa  ha sido siempre su forma de encarar el fútbol. Sin renuncias, entregando todo su físico en la lucha que se entabla con el rival. Y ese hombre rudo, tosco en su fútbol, ha merecido esa doble distinción. ¿Por qué? Porque ambas direcciones técnicas lo han considerado como el más apropiado, animicamente para enfrentar la responsabilidad de ejercer el liderazgo del equipo dentro de la cancha. jamás dará un partido perdido. como tampoco se rendirá frente a un puntero que lo supere en calidad o velocidad. Luchará siempre. Aunque haya que pegarle a una pared…”