Sigue dando criollos el tiempo, con demostraciones como la de ayer del utilero de Defensor que nos llenan de orgullo. La picardía oriental, la viveza bien entendida para sacar ventaja a la hora de asegurar un objetivo como en este caso la clasificación son un rasgo característico de nuestro fútbol.
El equipo uruguayo empataba ante los chilenitos (como les diría el gran Juan Ricardo Faccio), cuando un jugador del equipo visitante fue a buscar una pelota sobre el banderín del corner. Nunca se imaginó que iba a estar allí el utilero de Defensor, que le hizo una pisadita digna de los más habilidosos entrealas, haciendo tiempo y logrando hacer entrar al jugador que lo empujó y se ganó la roja.
Notable el sacrificio de este obdulista de pura cepa para el bien de su equipo. Para Defensor, esto significó el fin del partido y el empate que aseguraba la clasificación. Para el pueblo obdulista, una muestra más de que no todo está perdido. Para este anónimo trabajador del fútbol, el reconocimiento por hacer gala de los Viejos Valores para que lo vieran en todo el continente.
Gerardo Robido, el utilero de Defensor, uno de los nuestros. Ya tenemos utilero para después del “proceso”, uno como los de antes!