Pedro Virgilio Rocha fue conocido con el apodo de “El Verdugo” con el que lo identificó el relator Heber Pinto en la década del sesenta, por su potente remate a la carrera que “fusilaba” a los arqueros. jugó entre 1961 y 1974 con la casaca Celeste, siendo el único jugador uruguayo en la historia en jugar 4 mundiales (1962, 1966, 1970, 1974). En su momento, Pelé dijo que Rocha era el mejor jugador del mundo, y aún muchos se preguntan que habría sido de Uruguay en México 1970 sin la temprana lesión de Rocha contra Israel. Es que Rocha estaba en ese momento en la cima de su carrera.
Paseó su talento y su clase por las canchas durante 21 años, fundamentalmente en Peñarol y San Pablo, aunque también jugó para Curitiba, Palmeiras Bangú y Monterrey de México y terminó su carrera jugando en Arabia Saudita.
Con Peñarol ganó los campeonatos Uruguayos de 1959, 60, 61, 62, 64, 65, 67 y 68, tres veces la Copa Libertadores (1960, 1961 y 1966), la Copa Intercontinental en 1961 y 1966, Supercopa de Campeones de 1969 y dos ediciones de la Copa Competencia uruguaya en 1964 y 1967. Con San Pablo ganó dos campeonatos Paulistas en 1971 y 1975, también la serie A (actual Brasileirao) en 1977 y el Campeonato Paranaense en 1978. Fue goleador del Campeonato Uruguayo 1963, 1965 y 1968 Goleador de las Clasificatorias Sudamericanas de 1965.
También fue campeón y mejor jugador de la Copa América 1967, ganando la final Uruguay con gol suyo ante Argentina. Goleador de la Supercopa de Campeones 1968 -1969, Goleador del Campeonato Brasileño 1972 y de la Copa Libertadores 1974. Rocha convirtió 213 goles en su carrera y fue elegido en la Selección Uruguaya B de todos los tiempos convocada por la serie editorial “100 años de Fútbol”. La misma integrada por el voto de los periodistas formaba con: Paz; William Martínez y Matosas; L. Andrade, Lorenzo y Gambetta; Abaddie, Rocha, Petrone, Porta y Zapiraín.
La Selección A, la integraban: Mazurkiewicz, Nasazzi y Manuel Varela, Andrade, O. Varela y Gestido; Ghiggia, Scarone; Piendibene, Schiaffino y Romano.
Rocha fue un jugador de carácter y temperamento, sumado a una gran riqueza técnica y temple ante la adversidad. Calidad, valor, fuerza, elegancia y cabeza levantada para un genio que conjugaba talento y regularidad, no escapándole al sacrificio. Definido por los cronistas de la época como un jugador de habilidad especial para amasar la pelota, zancada larga y un remate diabólico y de gran precisión. frío, cerebral, El Verdugo no se desgastaba en la marca, él se dedicaba a crear jugadas inolvidables.
Una gloria del fútbol uruguayo que pasó a formar parte de la eternidad de los Campeones, del olimpo de las glorias Celestes. Hasta siempre “Verdugo”! QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!
Compartimos este video del partido Uruguay 2 Francia 1 del Mundial de 1966: