Todo obdulista sabe que cada vez que hace su aparición el Dios isabelino Fabián Alberto O’ Neill, hay que prestar atención a lo que dice, hace o como en este caso, canta. Porque el Mago ya ha demostrado en incontables ocasiones que su talento va mucho más allá de la cancha, por ejemplo mostrando su sabiduría de boliche, su gracia natural y también sus dotes de cantor (como ya demostró cantando en italiano).

En esta ocasión llega a nuestra mesa de trabajo, bueno en realidad a nuestra humilde sede este material que no puede dejar de ser disfrutado por el obdulista anónimo, ese que es un hombre de carne y hueso con problemas y preocupaciones de la vida real. Y eso es el Mago, un ídolo de carne y hueso, que le canta la posta en cada ocasión.

Y la temática esta vez abordada por el genio es una que no se le desea a nadie, pero que las hay las hay. La de ser víctima de traición por parte de alguna mala mujer que no merece el rótulo de patrona. Y a esas es que esta canción les dice que el verdadero macho se da cuenta de estas acciones y sigue adelante con gallardía. Desconocemos si el Mago ha vivido en carne propia esta situación, pero lo que se ve es que con gran entusiasmo dedica esta interpretación a todo su público con las estrofas de esta pieza musical que reza así:

“Anoche llegaste

Con olor a jabón chiquito,
La boca pintada y el pelo bien mojadito.
Anoche llegaste
Con olor a jabón chiquito,
Te vas a cortar el pelo
Y te me piraste a un telo.

¿Por qué me engañaste?
Sí yo no soy gil.
Te saqué la ficha, mami!”

Señores, con ustedes el Mago Fabián en vivo! Que vuelvan los cantores de antes, que vuelva la celeste de antes!