Ya nos ocupamos hace unos días del tema del pase del hijo de Pablo Forlán al fútbol nipón. En esta ocasión, el refinado atacante destacó de gran manera la labor del gobierno japonés y de las autoridades de la federación de aquel país, claves en la negociación de su contrato.“Realmente las autoridades del fútbol japonés con el apoyo del Gobierno pusieron mucha voluntad y ganas para concretar el acuerdo”.
Nos avergüenza como orientales de los de acá ver el acto de sexo oral realizado por parte del oriundo de Carrasco hacia los japoneses, que como dijo Obdulio son inferiores a nosotros en lo futbolístico. Luego de permitirse despreciar una vuelta al fútbol uruguayo para prepararse de cara al mundial, como hicieron algunos prohombres que volvieron a los orígenes, este elemento se dedica a conocer “nuevas culturas”. Que se quede Forlán con sus “japoneses”, que nosotros nos damos el gusto de deleitarnos con el fútbol de los Regueiro, los Pandiani, los Darío, los Munúa, ellos sí quisieron volver a volcar todo lo aprendido.
Al hablar de su llegada al fútbol japonés, el ayudante informático de O’ Neill y el Chengue aseveró que luego de analizar y realizar averiguaciones geográficas y económicas, se decidió por el Cerezo Osaka porque “es una ciudad linda”. ¿Debe un jugador analizar cuestiones geográficas y culturales a la hora de elegir su destino futbolístico? No es de obdulistas, el obdulista va a donde lo llaman, sin importar si hay campos minados, peleas de narcotraficantes, nieve, calor o lluvia de meteoritos.
Consultado sobre el cambio cultural al cual deberá adaptarse, afirmó: “Conozco la cultura japonesa, el respeto y la tradición y creo que tengo por delante un lindo desafío que me llega justo en edad. El fútbol japonés tuvo una explosión hace varios años, después una caída y ahora las autoridades quieren volver a impulsarlo. Obviamente no está en el nivel de una liga inglesa, española o italiana, pero seguro que está por encima del fútbol de Portugal y también del de Argentina o Uruguay en cuanto a la dinámica”. No tiene vergüenza este muchacho, ¿mejor que el fútbol uruguayo? ¿Por qué no viene a jugar acá si es tan fácil? ¿Respeto? ¿Tradición? Esas son las cosas que hiciste perder a la Celeste con tus costumbres refinadas!
Nuestro grado de consternación al leer estas palabras nos hizo reflexionar y dictarle al esclavo estas palabras, para que no caigan en saco roto. El señorito se da el lujo de despreciar al fútbol uruguayo, el del país que lo vio nacer, en el que jugó su padre, alabando a un fútbol que nunca ganó nada. Una felatio importante la de la rubia en tierras japonesas, quien en sus declaraciones agregó: “Ahora estoy mucho más motivado y espero llegar en la mejor forma posible al Mundial de Brasil 2014”. Algunos pregonan que hay algo de obdulista en este botija por haber compartido plantel con los prohombres y haber sido elogiado por el Mago, pero sinceramente a nosotros nos cuesta encontrarlo.
El gran Obdulio tenía al japonés como paradigma del futbolista de ínfima calidad. Para dar ánimo a sus compañeros, si estaban preocupados, en el vestuario les decía que no había problema para ganar porque aguardaban “unos japoneses”. Hoy es un compatriota quien reniega de su país y los alaba. Así estamos…