Hace unos días, en ocasión del partido que nos ganó México, tirábamos estas palabras acerca del botija Santos. Como para que nadie diga que ahora que hizo un gol “a lo Alcides”, nos subimos al carro. Estas eran nuestras palabras: “El experimentado puntero Santos, hizo acordar a los viejos punteros del fútbol uruguayo. Con la cara de viejo que debe tener un juvenil oriental, sembrando el respeto en el rival con una apariencia que lleva la contra a los 22 años que dice tener en su cédula. Un justo homenaje a Don Alcides fue verlo desbordar en varias oportunidades, complicando al lateral y jugando pegado a la línea de cal. Tal vez es la hora de que este botija empiece a usar la 7 y se deje un bigotito a lo “anchoíta”.”
Entonces, decimos que hay que tomar el gol como una linda coincidencia y homenaje a Don Alcides Ghiggia, quien estaría encantado con la carrera del veloz puntero uruguayo Santos por la punta derecha, pero el gol de Alcides es único. No vamos a echar campanas al vuelo porque Maracaná es único e incomparable, y esto era una semifinal de unos Panamericanos. Pero ojo también con que el exitismo y el calendarismo transforme a estos botijas del medio local en blanco fácil para el público que queremos alejar de los estadios cuando juega Uruguay, y de los sillones cuando miramos a Uruguay.
Siempre es saludable ganarle a los brasileros, más si es de atrás y jugando con uno menos desde los 9 minutos por la injusta expulsión del botija Lemos (que no hizo más que responder a una agresión del player norteño). Siempre un jugador oriental debe hacerse respetar, y si los diez restantes tienen que bancar todo el partido en inferioridad numérica, que lo hagan como hijos de Obdulio apretando los dientes.
Cabe decir que bien lo de Coito haciéndole corte de mangas al banco brasilero, mostrando que tiene algo en las venas y las baboseadas de grondonita le hicieron pensar un poco. Destacar también las declaraciones de el joven Albarracín, espetándole a medios brasileros lo siguiente: “Cuando Brasil encuentra un equipo uruguayo, no sé qué pasa, pero me parece que lo hacen con miedo”.
Ahora viene México, y siempre con los pies sobre la tierra pedimos que estos chilenitos de la Concacaf no ganen la de oro, y que el pichón del quetejedi les gane una final de una buena vez. Como siempre, importará más la forma que el contenido, y siempre que un equipo uruguayo ponga lo que está poniendo este equipo de los anónimos players del medio local y de equipos denominados chicos en su mayoría, acá habrá un espacio para destacarlo.
QUE VUELVAN LOS TRIUNFOS SIN APOYO, LOGRADOS CON ESFORZADOS JUGADORES DESCONOCIDOS PARA EL GRAN PÚBLICO, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!