Ya no sabemos hacia dónde se encamina el mundo. Nos llega la noticia de que a alguien en Italia se le ocurrió reunir a los sacerdotes más “sexys” para la versión 2014 del Calendario Romano. Una producción que según se informa es la continuación de una del 2008 en la que aparecía un cura joven mordisqueando un bizcocho para la indignación del Vaticano.
El calendario fue creado bajo el lema de “Libertad de expresión, unidad y tolerancia” y de tener éxito podría repetirse el año próximo. Al ver esto enseguida pensamos en que el metrosexualismo ha llegado ya hasta los lugares sagrados, donde si se hacían cosas prohibidas no salían a la luz. Un reducto de hombres que habían dejado todo, y en algunos casos mantienen costumbres de hombre como el gusto por el fútbol (ejemplo del Papa Francisco).
En nuestro país (aunque vive y ejerce en México), por suerte y gracias a Obdulio tenemos al gran Padre Ernesto Popelka, un hombre que fue un puntero izquierdo veloz y promisorio, jugó en Nacional, en Danubio y citado a la Selección, además de contar con alguna que otra tarjeta roja en su currículum (“Eran por responder, no por agredir, ¡lo de ofrecer la otra mejilla lo aprendí después!”).
Cuando Popelka recibió la llamada de la vocación, le estaba por salir un pase al exterior. Lo querían Unión de Curtidores de León Guanajuato, de México, Junior de Barranquilla, de Colombia, y también de Brasil. Mucha plata de por medio. Pero entre los Viejos Valores está la convicción en lo que se hace, y se respeta la de Popelka.
Les dejamos las palabras de Popelka, un cura bien macho, recio, ex futbolista, cuando estuvo hace poco en nuestro país y dijo esto en una misa: “Nuestro pueblo es hijo de Juan A. Lavalleja, es hijo de Batlle y es hijo también de Obdulio Varela. También es hijo de Gardel, también es hijo de Leguisamo. Soy también un hijo legítimo de Obdulio Varela; he jugado en primera división, he vestido la celeste. Además me gusta el mate, las carreras y el tango. Es decir, soy un uruguayo hasta la médula. Y sin embargo hoy estoy revestido sacerdotalmente…”
Popelka sigue presente en sus colegas futbolistas, y ejerce el sacerdocio como debe ser. Como dijo el gran Chengue Morales hablando del negro mandapreso de Evra: “Que Evra no se haga el padre Popelka, no existe”.
Desde este espacio clamamos por la vuelta de los curas de antes, no de los que hacen calendarios eróticos. QUE VUELVAN LOS CURAS DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!