Rústico volante con mucha dinámica, patrón del mediocampo a fuerza de trajín y pierna fuerte; Héctor “Indio” Morán jugó en Cerro, Nacional y Central Español, en Argentina jugó en Mandiyú de Corrientes, y en Chile lo hizo para unión Española.
En su paso por Argentina se dio el lujo de lesionar dos veces al supuesto huevudo Giunta, al que mandó dos veces al hospital luego de que le insultara a la familia. también le rompió la mandíbula a Diego Cagna y le fracturó el tabique a Tito Pompei. Una vez, jugando la Libertadores, quedó cara a cara con un árbitro brasilero. Todos imaginaban la roja y una dura pena, pero el Indio le agarró el brazo y le empezó a decir cerca del oído “te mato, te mato, te mato”… y todo quedó en un fuerte rezongo. Luego del partido, declaró que era una injusticia mostrarle la roja a Morán por todo lo que había jugado y brindado por el espectáculo.
Jugó un partido con un edema pulmonar, se chamuyaba a los rivales diciéndoles que lo habían sacado de un manicomio, en una oportunidad quiso visitar Paraguay y fue detenido por llevar en el baul de su Mitsubishi, un revolver 38 con las balas desparramadas. Un ventilador con patas, un animal, un asesino. Pocos pegadores como el… muy pocos…
Morán no tenía miedo a nada, podría haber luchado en el coliseo romano sin armadura, un guerrero que agrandaba a sus compañeros y achicaba rivales. Muchos jugadores se retiran con partidos homenajes, o después de duras lesiones, o al ser dejados libres, sin embargo, el Indio se retiró levantando a un juez de una patada en el culo en un Central Español – Racing por el Apertura de la B de 1998.
Como recordatorio para las nuevas generaciones que no lo conoce, decirles que este verdadero indio charrúa jugó 23 partidos con la Celeste, anotando un gol.
Un gladiador como los que lamentablemente hoy no tenemos! QUE VUELVAN LOS INDIO MORÁN, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!
