Quienes lo vieron jugar en sus comienzos, hablan de un futbolista simplemente espectacular. Potencia, habilidad, remate con pelota quieta y en movimiento, son algunas de las características que regalaba Juan Ramón cada vez que pisaba el verde gramado. Jugó con la celeste 19 partidos y anotó 3 goles, pero él dirá en toda nota que se le haga que no se destacó con la selección porque agarró una época mala. Parte de la personalidad de Carrasco es que nunca se equivoca y siempre tiene razón, y está dispuesto a discutirle al que sea y por qué no arreglar la cosa como las arreglan los hombres. “A mí no me midas por títulos, yo no juego solo. Si querés medir mi carrera futbolística, fijate cuántos partidos, cuántos goles, cuántas asistencias, los contratos que firmaba, ahí sí. Yo te puedo nombrar, no quiero llegar a eso, pero te nombro jugadores que de repente le pegaban con el talón y son campeones del mundo ¿y me vas a decir que porque es campeón del mundo es mejor que yo?”.

De niño se tomaba 7 litros de leche por día. Nunca se lesionó y jugó casi 30 años en primera, por algo será. Los de ahora toman gatorei y batidos de proteina y viven lesionados, da para pensar…

El hombre se considera el mejor 10 de los últimos tiempos, y para prueba alcanza con recordar una vez que le preguntaron: “¿Cuál fue el mejor diez de los últimos años en Uruguay? ¿Francescoli, Sosa, Bengoechea, Recoba o Juan Ramón Carrasco?”.

JR- “Vos ahí me nombrás dos o tres que no son diez. Una cosa es llevar la camiseta número 10 y otra cumplir la función de diez”.

Por si fuera poco, agregaba: “Vos para analizar a un 10, tenes que ver el promedio de goles, tiros libres, pases de gol, remate. Yo le pego tanto con borde interno como con borde externo. Es que yo le pego a la pelota, a mi me pones una pelota de radby y también le pego….En los centros, el 80% es mérito del cabeceador. Además, además, yoo..no me lesiono nunca; a mi cuando me expulsan? nuunca.. Perá, y otra cosa fundamental, pero fundamental eh, es que yo siempre hago los goles decisivos, en lo partidos mas trascendente, es en serio ponete a analizar”.

Cuando dirigió la selección, dejó su sello en cosas que sólo él puede hacer: Cambiar jugadores antes de terminado el 1er tiempo, o sustituirlo si este recibe tarjeta amarilla. Rotar el capitanato para potenciar al jugador, o difícilmente repetir la misma oncena al partido siguiente. Aquel equipo sub 23 con el Malaka Martínez de 5, el partido con Pablo Munhoz de capitán o el 0-3 en el coloso de cemento contra los venezolanos. Cuando asumió dijo: “La integración que tendrá el equipo provocará más de un ataque cardíaco”, y seguro que cumplió y no dejó indiferente a nadie.

Como acá no somos exitistas ni resultadistas, consideramos a J.R Carrasco uno de los nuestros, un exponente del potrero, del interior, de la sabiduría callejera y sin cassette. Por lo menos cuando dirigía al combinado no se poblaba el estadio de fans calendaristas, seguro su patrona no iba a andar relojeando a Alejandro Lago o a Cono Aguiar, ni las gurisas iban a andar persiguiendo a Cristian González, Pablo Munhoz o Richard Nuñez.

QUE VUELVA EL JUGADOR Y TÉCNICO DISCUTIDO, ODIADO O AMADO, EL DE LAS SALIDAS OCURRENTES Y LA AUTOESTIMA ELEVADA. POR MÁS CARRASCOS EN NUESTRO FÚTBOL, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!