El fútbol uruguayo es desorganizado desde sus orígenes, y de tanto en tanto suceden cosas que nos hacen enorgullecer de ser únicos en el mundo. Hoy traemos una linda historia, sucedida en el año 1993, un mes después de quedar afuera del mundial de EEUU ’94. Nuestra selección debía jugar un partido contra su similar de Alemania, los vigentes campeones del Mundo en la cuidad de Kalruhe.

Previo a las Eliminatorias del Mundial 1994, Uruguay y Alemania (campeona vigente del Mundial 1990) pactaron 2 partidos amistosos con régimen de local y visita. La ida se jugó en Diciembre de 1992 y fue victoria alemana 4 a 1 en el Estadio Centenario (el gol de Uruguay se lo hicieron en contra los alemanes).Para el partido de vuelta, los “repatriados” de primera línea no podían ir, (los mismos que no la habían tocado contra Brasil un mes atrás), ni tampoco los que jugaban en Argentina (ya que los clubes de ese paí­s en plena competencia no lo cedían). Peñarol y Nacional tampoco prestaron a sus jugadores porque tenían la Supercopa.  Se iban descartando las chances y no se llegaba al cupo de delanteros, entonces al D.T. de turno, Roberto Fleitas se le ocurrió llamar a Jacinto Cabrera (un viejo conocido de su época como DT de Progreso que era de lo que iba quedando para ir). jacinto cabrera

Minutos antes de partir el avión, se le comunicó al delantero Jacinto Cabrera -en aquel entonces en Liverpool- que debía de viajar. “Estaba en mi domicilio pintando mi casa, aprovechando el hermoso día. Eran las 11.50 y de repente me llama Marsicano por teléfono diciéndome que tenía que salir urgente para hablar con él, porque Fleitas me había citado para viajar a Alemania. Enseguida dejé todo como estaba, me pegué una ducha y salí como “pedrada” para el Aeropuerto. Antes había llamado a mi señora, que estaba en su trabajo, en una panadería, y creía que yo le estaba haciendo una broma. Fue una gran sorpresa y dejé toda mi casa desordenada, con los tarros de pintura por todos lados porque no tuve tiempo para ordenar nada. Todo fue muy apresurado” relataba Jacinto Cabrera a los medios de prensa.

El “Canario” partió al Aeropuerto de Carrasco como pudo, y llegó minutos antes del embarque; luego fue titular en el amistoso con los teutones.

Esta anécdota que simboliza la eterna desorganización del fútbol uruguayo quedó para la historia. Jacinto Cabrera entonces paso de un domingo tranquilo en su hogar comiéndose un buen asado, a tener que dejar la pintura a medio terminar, limpiar la brocha y el rodillo, lavarse las manos, un ducha y al Aeropuerto, para ir a enfrentar a Jurgen Klinsman, Matthaus, Koler, Effenberg, Muller y demás nenes que algo mejor que los nuestros estaban preparados.

Es bueno recordar la alineación de Uruguay en ese partido, que terminó con goleada de Alemania 5 a 0 (jugando sin despeinarse, ya que a los 20 minutos iban 3-0) :

Oscar Ferro; José Gonzalez, PAOLO MONTERO (gracias por tanto prócer!), el Caballo Kanapkis y Luis Romero (no el Lucho, sino el otro que jugaba en Wanderers); el Vasco Ostolaza, el Pato Ferreri, Gustavo Poyet y Julio Rodríguez (uno que jugaba en Liverpool), arriba el Loco Raúl Ricardo Do Santos y el Pintor Jacinto . En el banco estaban el gran Claudio Arbiza, Osvaldo Terminator Cannobio, Ricardo Bitancort (QEPD), Juan Albino y José Puente.

Alemania ese día formó con: Andreas Köpke; Lothar Matthäus, Jürgen Kohler, Thomas Helmer (73′ Michael Zorc), Thomas Häßler, Stefan Effenberg (87′ Thomas Ritter), Guido Buchwald, Christian Ziege, Andreas Möller, Karlheinz Riedle (61′ Ulf Kirsten), Jürgen Klinsmann. DT: Berti Vogts.

Esta es la más recordada de las presencias de nuestro homenajeado en la selección, pero no la única ya que en la era del Prof. Omar Bienvenido Borrás en 1985 jugó 9 partidos  (3 amistosos y 6 por la Copa Kirin, donde hasta hizo un gol).

jacinto cabrera 2La trayectoria de este jugador arrancó en Progreso en 1983. En 1986 pasa a Nacional. En 1987 emigra al fútbol español al Valladolid concretamente y luego al Salamanca . En 1990 se vuelve nuestro fútbol con un breve pasaje por Peñarol, luego juega en  “los gauchos del Pantanoso”, y en 1993 pasa a Liverpool. Ya sabemos que en octubre de ese mismo  año estaba pintando la casa, pero nunca se supo si a la vuelta de Alemania la terminó de pintar o si llamó a un pintor. Entre 1994 y 1995 cerró su trayectoria en el Club Atletico Cerro, jugando también la Copa Libertadores por los de la Villa.

Jacinto Cabrera, un olvidado de la Celeste de antes que dice presente.