Hace exactamente un mes, compartíamos con ustedes nuestras impresiones sobre la consagración de un equipo de jugadores casi desconocidos en los Juegos Panamericanos. Y uno de esos jugadores tuvo la virtud de meterse en la historia anotando el único gol de la final. Decíamos: “Una brillante ejecución del “Huevo” Lozano, un entreala a seguir para futuras convocatorias puso justicia y a la postre terminó siendo definitivo en el score”. No nos gusta decirlo, pero lo decimos. Era evidente que era un valor a seguir, lo que nos preocupa es que el quetejedi piense igual que nosotros en algo. De todas formas, lo bueno es que uno de los nuestros ha sido llamado para dotar de un poco más de los Viejos Valores del fútbol uruguayo a una selección que los necesita.

Brian Avelino Lozano Aparicio fue una de las figuras celestes en los Panamericanos. Observe usted ese segundo nombre de hombre, casi de otra época. Además, el botija Lozano tiene la particularidad de que no le gusta jugar al Play Station en las concentraciones, a diferencia de los compañeros de su edad. Increible pero cierto, disfrute obdulista de la llegada a la selección mayor de un exponente que viene de abajo y en base a talento y sacrificio nos hace sentir representados.

En un par de notas de prensa, el jugador ha contado que en alguna oportunidad no tenía para el boleto o le tocaba ir a entrenar caminando o en bicicleta, también ir a entrenar sin comer solo con unos mates en el estómago y siempre lo hacía con ganas gracias al apoyo de su familia. Un Lozano que vive junto a 17 personas en su humilde casa y está agradecido a todos ellos por el apoyo. Hoy el fútbol le da la oportunidad de ayudarlos.

Botija, le queremos decir que el hambre no se olvida, como decía el Pulpa usted siga defendiendo lo suyo con su vida. A seguir laburando humildemente para ayudar a la familia y a esa abuela que le dio p’al boleto. Eso si, mantenga a raya a todos los amigos que aparecen de la nada después de que usted sale en la tele.

Hoy ese jugador al que tal vez el gran público no conocía, es citado a la selección mayor. Ese mismo jugador que declaraba en los Panamericanos que “La camiseta de Uruguay tiene una historia que se respeta, y por ella hay que dejar la vida”, tiene ante sí la oportunidad que seguramente soñó desde chico. Disfrute botija, deje todo y desde acá lo vamos a bancar y a seguir sus evoluciones. Seguramente Obdulio desde allá arriba está contento con su llegada al combinado, ahora dependerá de usted y condiciones le sobran.

QUE VUELVAN LOS JUGADORES “ACORAZADOS”, DE ORIGEN HUMILDE Y SACRIFICIO, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!