Walter Horacio Peralta es un futbolista que puede jugar indistintamente por todo el frente de ataque, dueño de una gran pegada tanto con la pierna derecha como la izquierda. La historia del “Chino” es la de un jugador que estaba llamado para ser un jugador estrella, pero lejos de ese futuro auspicioso que auguraban, su carrera consistió en un eterno peregrinaje por equipos de varios países. En reiteradas ocasiones ha sido centro de noticias por sus andanzas fuera del campo de juego, donde es tan imparable como supo ser dentro del mismo.
Su aparición es recordada por su habilidad, sus amagues impredecibles, su técnica. En sus mejores tiempos, Peralta hacia cosas dignas de un genio, y lo peor de todo es que parecía no esforzarse. Aún se recuerda un clásico en el que pateó dos penales, uno con cada pie. Después de jugar en Danubio, Cerro y Nacional, fue vendido al Inter de Milán por 10 millones de dólares en 2003, y ahí empezó un viaje sin fin: Cagliari, Albacete, Grasshopers, Flamengo, Bella Vista, Académica de Coimbra, Quilmes, Puebla, Cerro, Atlante, Central Español, Nacional, Cerro Largo, Patriotas. Un trotamundos que nunca llegó a exhibir en el campo las condiciones que lo adornaban pero que sigue siendo mágico en la noche.
Esas condiciones son las que hicieron que en 2011 Alianza Lima pusieras sus ojos sobre él. Esto decían medios peruanos: “Para medirte frente a frente, con los ojos abiertos, y con los puños apretados en un torneo como la Copa Libertadores, necesitas impregnar tu ataque con balas de gran potencia, inundadas de dinamita. Algo parecido a lo que proyectan los botines del delantero uruguayo Horacio Peralta por su calidad, su gran potencia y desequilibrio que marca en los últimos metros del campo. Cerquita al arco rival, ahí donde mueren los inocentes. El ariete tiene un coraje de aquellos, como lo manda el libro de los uruguayos: ‘En cada gota de sudor está escondida una gota de sangre’.”
Ambidiestro, impredecible, definidor, debutó en la mayor en el ciclo de Passarella jugando un minuto en un amistoso contra Venezuela con 17 años. Excepto en algún partido esporádico con Ferrín y Carrasco, no logró continuidad en la selección y surgieron las dudas: ¿Passarella lo puso porque se lo merecía o porque Paco necesitaba que disputara un partido internacional para venderlo mejor?
Pero también faltó a entrenamientos por dormirse, y fue procesado sin prisión por lesiones personales a la que era su mujer de entonces. Un jerarca de Policía de Montevideo restaba importancia al tema: “Nadie puede estar libre de lo que le pasó al jugador de Nacional, máxime si como Horacio Peralta se trata de un joven de 20 años que mete goles, tiene fama y las gurisas lo rodean”. Ese es un policía con códigos, con Viejos Valores, de los ciudadanos que hacen falta en este país.
También se recuerda la injusticia cometida por el entrenador de Nacional cuando Peralta se resfrió luego de una salida a pescar y no pudo estar a la orden en un clásico, ya que todos sabemos de la pasión del Chino por el arte de la pesca. Sin embargo, la prensa se ensañó con él: “EL DESCUIDADO Y POCO PROFESIONAL HORACIO PERALTA ES CRITICADO POR LA DIRECTIVA DE NACIONAL”
El presidente de Cerro largo definió a la perfección a Horacio: “Peralta tiene muchas contras, pero es un loco frontal. Realmente prefiero a los hombres que te dicen las cosas en la cara, de frente”.
Para terminar esta crónica, recordamos el momento máximo de gloria de Walter Horacio con la Celeste en el pecho: Domingo 21 de diciembre de 2003, en una muy calurosa mañana donde la selección uruguaya derrotó por goleada a su similar de Canelones por 8 a 2 con cinco anotaciones de nuestro homenajeado.
Un diario de la época detallaba que “hubo una descollante actuación de Horacio Peralta quien, además de marcar cinco goles, fue el artífice del juego ofensivo del elenco celeste”
La integración que colocó Juan Ramón Carrasco fue la siguiente: Jorge Bava (45´ Néstor Conde); Carlos Valdez, Joe Bizera y Alejandro Lago; Carlos Diogo, Daniel Hernández y Pablo Munhoz (45´ Jorge Martínez); Juan Ramón Carrasco Sergio Leal (45´ Sergio Blanco), Diego Perrone (45´ Sebastián García) y Horacio Peralta.
DT: Juan Ramón Carrasco. (si, el hdp se puso él mismo en la selección!!!)
Hoy, el Chino se mantiene en forma jugando en la Liga Montevideo, en filas del Mar Abierto.
Ojalá pronto lo veamos otra vez en el fútbol de primera división! QUE VUELVAN LOS TALENTOSOS DE ANTES!, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!