Tres partidos seguidos que nos dejamos remontar un resultado, y que nos dejamos remontar, lisa y llanamente. Si somos un equipo “de respuesta”, ¿por qué después de ponernos en ventaja no poner una línea de 5 atrás, un triple 5 y un delantero que baje a volantear? Después los líricos defensores del “proceso” dirán que jugamos bien así, pero está difícil para que la argumenten con lo que se viene viendo…
Claramente, acá faltan jugadores del medio local, pero de los que todavía no se fueron a Europa y a los que no los conoce nadie. No es lo mismo la presencia de alguno que está para jugar un soltero contra casados, que la de un elemento dispuesto a pasarle por encima a todo aquel que se interponga en su camino a la gloria futbolística. Por ejemplo, estamos desperdiciando a un 9 de ébano como Hugo Silveira, un player que muchos equipos querrían tener. También a otros tantos gladiadores que la pelean día a día y estarían orgullosos de defender la Celeste en estas lides.
Sin embargo, vimos como el peruano Guerrero terminó vivo el partido, se cansó de meter el gaucho, de hablar de pegar y de jugar. Con otros zagueros eso no pasaba, y tiene que ser una preocupación lo mostrado por el capitán Roberto Godín. Con Ubiña, el Indio Olivera, Revelez, Trasante o Paolo Montero, por nombrar solo a algunos, esto no pasaba. ¡Hasta el capitán con apodo de señora lo hubiera levantado en la pata! Quedamos con 10, pero porque a un jugador le pega la pelota en la mano en un contragolpe, hablennos de infelicidad.
Nos bailó Perú nadie metió una patita fuerte y solo el calendarista Fucile mostró un interesante recurso técnico al ir a una pelota como se debe. Volvió la calculadora y el nuevo uruguayo exitista ve como se le viene el viento en la puerta. Atrás quedaron las especulaciones de si le íbamos a regalar puntos a Argentina, pero quienes conocemos el paño sabemos que nuestro patrimonio nacional es el repechaje. Ahora para agosto, entradas a 100 pesos y taludes habilitados contra Argentina, queremos un clásico con el clima de guerra que tiene que tener. Nada de público de teatro, hay que pudrirla, poblar las gradas del coloso de cemento con tambores y lo que sea necesario para prevalecer en ese partido.
QUE VUELVA TODO LO QUE TENGA QUE VOLVER, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!