A pesar de haber jugado solo dos partidos con la Celeste, Oscar Javier Morales es un referente de una manera de jugar al fútbol. Mucha gente considera una de las más grandes injusticias su no inclusión en muchas selecciones carentes de jugadores de sus características.
Desde sus 169 centímetros de altura, OJ ha sido a lo largo de su carrera un estandarte de los Viejos Valores del fútbol uruguayo y un heredero de la vieja tradición de los “centrojás” a la antigua.
Nacido en el Cerro en 1975, es ídolo en el equipo cerrense que lo vio nacer, en Nacional y también es respetado por la inmensa mayoría de los hinchas de Peñarol. Son muchos los hinchas aurinegros que no tienen vergüenza en decir que siempre hubieran querido a Morales en su equipo, porque representa lo que todo verdadero charrúa quiere de sus jugadores. La actitud, el temple, la garra, la marca fuerte son su marca en el orillo hasta el día de hoy jugando en Miramar Misiones (donde acaba de ascender a Primera División).
Un monstruo omnipresente en la mitad de la cancha y representante del juego en equipo, “Cafuringa” Morales puso su sello en todos los equipos que defendió.
El incesante tranco en la mitad de la cancha, el despliegue generoso, la solidaridad y sacrificio por sus compañeros. Intrépido, aguerrido, audaz, OJ siempre es el eje del equipo y el combustible que propulsa al mediocampo. Baluarte dentro y fuera de la cancha, siempre fue un líder que no dudó en enfrentarse a compañeros cuando hubo situaciones poco claras que perjudicaban a los grupos que integraba.
El premio a su constante trayectoria en el medio local fue el pase a España, donde jugó con suerte dispar en el Valladolid y el Málaga. En Valladolid llegó sin mucho ruido y terminó sorprendiendo, jugando 30 partidos y dejando claro que era un jugador aguerrido que gustaba de raspar en el medio de la cancha: 9 amarillas y 2 rojas como balance.
Durante mucho tiempo fue clamor popular pedirlo para la selección, sin embargo siempre fue postergado. A pesar de ser considerado el mejor 5 del futbol uruguayo, nunca tenía sus chances. Pese a esto, que le quiten lo bailado al gran OJ. Un león a la hora de pelear pelotas divididas y de trancar en la mitad de la cancha.
Un anécdota que pinta de cuerpo entero a este patrón: en 2009, Cristian Fabbiani afirmó “Nacional no tiene nivel de Copa Libertadores, en el Monumental los vamos a pasar por arriba”. OJ respondió: “es una falta de respeto hacia el club y al país”. También expresó que “si este muchacho quiere jugar fuerte o armar algo para que nosotros estemos incómodos, bienvenido”. “Los ídolos de River fueron jugadores que escribieron la historia del club y este muchacho hace dos días que está y le gusta mucho la prensa, está manchando la imagen de River”. OJ marcó la cancha, y su equipo ganó 3 a 0.
Conocido por su habilidad con los tambores, cuenta con varios de los Viejos Valores pregonados en este espacio. Fundamentalmente, por ser amigo del Mago Fabián O’Neill (que incluso lo quiso llevar a Defensor de Paso de los Toros). “Aún hoy soy amigo de todos los negros: yo soy amigo del negro Chengue, de Darío Rodríguez, de Regueiro, el negro O.J”. Si es amigo de Fabián, tiene su lugar en esta página.
Qué falta hacen jugadores como “OJ” en la selección actual y en el fútbol actual. Va para este guerrero un reconocimiento eterno, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!