Si Obdulio supo pedir perdón, ¿por qué no habríamos de hacerlo el resto de los mortales? Hoy toca hacerlo oficial, haciéndole llegar al Tata González el reconocimiento definitivo. A partir de ahora ya no importará lo que haga en la cancha, ya es incondicional el apoyo del obdulismo hacia su tarea.

Una vez más, le cambió la cara al equipo. Le bastaron 45 minutos para demostrar que está hecho para los partidos importantes, como tantos guerreros del pasado. Con su voz rasposa se paró en el medio y solucionó los problemas de marca y orden táctico, dándole una mano a todos sus compañeros.

Sus declaraciones luego del partido hablan de un jugador que tiene claro a qué rival estaba enfrentando: “Brasil tiene jugadores que se multiplican cuando van ganando”, dijo el Tata sabedor de cuanto les gusta a los brazucas jugar estando en ventaja. Así entró y les planteó a los brasileros y especialmente al 10 el partido que no les gusta jugar.

El Tata se comió la zona media, como en los viejos tiempos de los aguerridos volantes de Uruguay. Mordió, presionó y recuperó, dándole la confianza necesaria al equipo. Así, no fue casualidad que el combinado terminara dominando y estuviera cerca de llevarse la victoria. Un rendimiento táctico y anímico siempre necesario en una selección uruguaya. El hasta no hace mucho resistido por la mayoría volvió a mostrarse como una pieza táctica clave, tras entrar en el entretiempo por un Cebolla de mal partido. Le dio oxígeno a Palito, a Vecino y al Cacha, y con su oficio ayudó al equilibrio enlenteciendo el juego pizarrero de Brasil.

“Ahora hay que ganar en casa para que lo de hoy tenga más valor”, dijo el Tata previo al partido ante los peruanitos en casa. Tan criticado por muchos, sigue siendo partido a partido uno de los mas importantes en esta seleccion (y no solo por el partido de ayer). Perdón Tata!