No jugó pero habló. No jugó pero es de los que siempre juegan, de los que le ganaron al pueblo obdulista en base a actitudes correctas y emparentadas con nuestros principios. Como aquella vez en Chile cuando se vistió de goleador y les mostró las 4 estrellas de campeón mundial del escudo uruguayo, el Tata volvió a poner a los chilenitos en su lugar.

Después de que sus compañeros se encargaron de humillar a los agrandados que venían pensando que se iban a comer los niños crudos, el Tata habló para las cámaras y además los sobró por la computadora como mostrando una evolución respecto a los prohombres del 2002 (que tenían que llamar al hijo de Pablo Forlán para tales menesteres).

Luego de finalizado el match, publicó en tuister lo siguiente: “Orgullo de este grupo! A los chilenos para que les valga el viaje los invito al museo de la Torre de los Homenajes”. ¿Puede haber una mejor manera de sobrarlos y recordarles su inexistente historia?

Por si fuera poco, habló para las cámaras, dónde dijo que había sufrido mucho desde afuera pero remató con una frase para enmarcar. A propósito de la próxima vuelta de Suárez, el jugador que el hincha tomó como propio dijo “En el próximo partido vamos a tener a Luis y a él no le tiemblan las piernas, como le tiemblan a algunos” . Como en el centro del campo, donde hace los relevos para que se luzcan otros, el Tata no les deja pasar una a los chilenitos, y se transforma en el portavoz de un sentir popular hacia unos irrespetuosos que no tienen en cuenta nuestra rica historia y jamás podrán ser como nosotros. “No sólo a Alexis parece que le temblaron las piernas… hubo muchos más”, deslizó ante las cámaras en su salida del Centenario. Además, en declaraciones en radio, recordó cuando Alexis Sánchez aseguró no sentir las piernas en la Copa América y dijo que “hoy sí que Alexis Sánchez no sintió las piernas, pero por cómo lo marcó Sebastián Coates. Fue conmovedor. Y parece que a todo Chile le pesaron las piernas. Acabamos de demostrar por qué Uruguay es lo que es y por qué Chile es lo que es”.

Simplemente gracias Tata, nos enorgullece contar con jugadores así, que no perdieron la esencia del barrio, del baby fútbol, del potrero, de la calle. Jugadores emparentados con la tradición del futbolista oriental “acorazado”, peleador contra la adversidad y siempre dispuesto a dar el máximo dentro de una cancha. Y por poner nuevamente a los chilenitos en su lugar. QUE VUELVAN LAS SOBRADAS DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!