El término “chilenitos” para referirse a la selección vírgen de títulos fue acuñado por un grande del fútbol uruguayo como el eterno Juan Ricardo Faccio. Tal denominación los pinta de cuerpo entero, y debería estar reconocida por la Real Academia Española. Cabe reconocer a Juan Ricardo que siempre lo remarcó hasta el cansancio. “Son chilenitos”, y lo serán por siempre agregamos.
Algo que los chilenos aprendieron anoche es que no se debe cantar “ole, ole” cuando se va ganando 1-0 en el primer tiempo, y menos ante una selección uruguaya, sea esta de la índole que sea. Incluso la más calendarista, metrosexual, carente de negros que pudiéramos presentar sería capaz de amedrentar a estos pobres muchachos que se creen la octava maravilla del mundo.
Luego de tocar de forma intrascendente y de tener la posesión de la pelota, algo que nunca nos importó ni nos importará, se pusieron en ventaja y empezaron a pizarrear. Ahí vino el empate, con un centro del Pato Sánchez y un golpe de cabeza de Rolan, una conexión de ébano para el regocijo del Chengue, OJ, Darío y tantos otros morenos que lo miraban por TV comiendo y tomando alguna cosita.
La saludable presencia de jugadores negros hizo que por momentos los córners parecieran una comparsa lubola en pleno barrio sur, un tremendo homenaje a Dios Obdulio, Leandro Andrade y tantos próceres negros que lo miran desde el cielo.
Por si todo estos fuera poco, se vió a Livianico y al Edin metiendo el gaucho al supuesto pesado chileno de 1.60, y lo mejor estaba por venir. Destacamos además el ingreso de otro moreno elemento como Guzman Pereira (que además tiene como ídolo al Canario García) y del Tío Chiche Corujo repartiendo sablazos a diestra y siniestra sin dejar de mencionar el hermoso planchazo del Palito y la descomunal patada del pecho congelado de Gastón Ramirez. Godín y el botija Giménez dos verdaderos leñadores cagando a patadas a todos como debe ser, un negro o más por línea y un equipo que mostró presencia y carácter como el pueblo obdulistas pide. pero lo mejor todavía estaba por venir…
Junto con el codazo de Cavani a Medel (de lo más disfrutable del partido y que cualquier obdulista debe haber aplaudido de pie), la verdad que al partido le faltaba el broche de oro para no irse con un intrascendente empate. En eso el quetejedi le da ingreso al muchas veces denostado por nosotros Tata, al que hemos destacado cuando lo ameritó. Y la verdad que en esos diez minutos no se le puede pedir más. Gol de la victoria y posterior gesto demostrándoles a los chilenitos cuantos pares son dos botines. “Yo 4 estrellas, ustedes?”. Verdaderamente sublime, justo es decirlo. Los fríos trasandinos se iban en masa faltando diez minutos, demostrando por qué siempre van a ser el equipo más odiado del continente.
Realmente, muchos signos positivos. Supimos aguantar un resultado cuando nos hacía agua el bote y lo ganamos de pesado como hace tiempo no veía y como pide nuestra rica historia. Hoy podemos decir que no todo esta perdido, que el metrosexual de Cavani aplicó Viejos Valores, que el Tata sumó muchos puntos, que los nuevos fajaron con varios correctivos obdulistas a la figurita de Chile y que muslerita no solo atajó bastante bien en relación a otros partidos sino que vistió la casaca de goalkepeer color negro homenajeando al eterno Mazurka.
El balance es positivo, obtuvieron cierto crédito, ahora corresponde concretar lo insinuado. Parece como que de a poco se viene obdulizando nuestra selección: jugadores negros, mucha pierna fuerte, codazos y la sobrada del Tata. En resumen, los cagamos a patadas, les pegamos codazos, les mostramos las copas y les dimos vuelta el partido. Confiamos en que se haya festejado como corresponde. A seguir así! QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!