1239764_10202075550832598_717015328_n“Tengo un amigo que está lejos y bueno me quiero acordar de él, un muchacho, José Luis Pintos Saldanha, tengo el número, y lo llamo. Ahora como esta pelado, no lo llama nadie, entonces cada tanto lo llamo yo. Los amigos se tienen en las malas y en las buenas.”

“Escuchaaaa, un día salimos, yo salí a comprar una pizza pa’ mi señora, la que era primera (una mugre ahora no?). Me encontré con el chango, y estuvimos 20 días sin llegar a las casa, 20 días nomas, no fue tanto, mucha buat y mucha cosa. Entonces que pasó?, nos quedamos en los hoteles con las chicas y todas esas cosas, hasta mi mujer sabe ahora. Pero eso fue pasado, ahora puede pasar a veces nomás. Jugaba, jugaba sí, yo nunca tuve ni auto ni nada, siempre anduve en taxi, había práctica de mañana, después seguíamos de largo, volvíamos y teníamos la ropita atrás del auto. Los partidos eran una papa, era ir y jugar. El Chango era muy de la cerveza, cuando el Chango tenia plata, platales, ganaba 4 mil dólares por mes, el Chango siempre tenía 30 o 40 chupando con él.”

1238783_10202140556857708_1870586192_n“Yo te voy a hacer una anécdota. Llegábamos, estábamos toda la noche, el Chengue dice que gaste 8 mil dólares en una noche, en realidad eran 10. Entonces yo había venido de Italia y nos fuimos, y el chango andaba conmigo, porque yo lo tengo en mi corazón. Entonces vamos al aeropuerto, lleno de viejitos tomando café, entonces que hice yo? empezamos a tomar cerveza de 3/4 (ya habíamos terminado el partido), y entonces el Chango andaba conmigo, toda la noche de bandido todas esas cosas, y a las 7 fuimos al aeropuerto porque a las 9 de la mañana se iba el avión. Habíamos tomado, no voy a decir los nombres porque voy a quemar mucho, vamos a decir yo y el Chango nomá pero habían 20 más. Voy y le digo al mozo, teníamos un hambre espectacular, sin dormir, un hambre bárbara, ‘traiga y saque esos envases de ahí arriba que van a pensar que somos unos borrachos’ y salta el Chango del otro lado allá y dice ‘y trate de sacar las bandejas sino van a decir que somos unos muertos de hambre’”

“Tengo una anécdota de la mujer de él, salimos a comprar una pizza y estuvimos 20 días. Entonces la mujer del chango era altísima, más grande que nosotros dos, va y le dice, ‘me raptaron los marcianos, y me dijeron que si me retabas, me raptaban de vuelta’”.