Con el gesto de agradecimiento de Luis Suárez abrazando y señalando a un hombre anónimo luego de sus goles, el mundo conoció a Walter Ferreira, el kinesiólogo de la selección.
Agradecido, el delantero manifestó que “un 90%” de su reaparición gloriosa en un campo de juego se lo debe a Ferreira, ese obdulista anónimo que actualmente está luchando contra el cáncer y antes de viajar a Brasil tuvo la última sesión de quimioterapia.
El profesional fue el que luego de la operación, cuando Suárez comenzó a caminar con muletas le dijo: “Dejá las muletas y ponete a caminar”. Ahí se comenzó a gestar la vuelta del goleador, que vió como un hombre que pelea por su vida le daba su fuerza para pelear por volver a las canchas. Por eso el festejo, cuando Suárez venció al golquiper inglés de cabeza para poner el transitorio 1 a 0.
Walter Ferreira, el nuevo héroe celeste, atiende a jugadores que no pertenecen ni a Nacional ni a la selección. A veces, aunque no puedan pagarle. Los futbolistas lo adoran. Y el jueves Luis Suárez hizo que el mundo hable de él tanto como de sus dos goles a los ingleses.
Eso señores, es obdulismo en su más puro estado, el de un laburante que deja incluso su lucha personal por acompañar al crack en su rehabilitación, y el del jugador por reconocerlo frente a millones de televidentes. Así como en el 2002 tuvimos un gesto de amistad y humildad por parte del Chengue hacia el Mago( https://lacelestedeantes.com/2013/10/06/un-gesto-de-amistad), Suárez vuelve a demostrar que no todo está perdido y quedan Valores en algunos elementos actuales.
La historia de un crack que mantiene el amor a la camiseta en tiempos de cristianos ronaldos, messis y demás estrellas de cine, y la de un profesional anónimo que pelea por su vida y a pesar de todo acompañó al crack en su recuperación. Una historia de humildad, huevos, sacrificio y gratitud, con Viejos Valores por todos lados, eso vio el mundo en el partido contra Inglaterra. Eso señores, es parte de lo que históricamente fue la Celeste, otro detalle de la Celeste de antes que vimos y destacamos.
Y es por eso que en esta oportunidad, reconocemos nuestra emoción al ver estas manifestaciones de obdulismo. Para muchos vivos que andan diciendo que nos dimos vuelta, les decimos que se queden tranquilos, que seguiremos siendo implacables con todo aquello que se aleje de los Valores que pregonamos para nuestro fútbol. Pero mientras tanto, dormimos tranquilos por historias como la de los huevos de Walter Ferreira y los huevos y la humildad de Suárez.
QUE VUELVAN LOS VIEJOS VALORES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!