Por muchas razones, la Copa del Mundo del 2002 es un hito para muchos de nosotros. Para muchos fue la primera vez que veían a la camiseta Celeste en la justa mundialista, otros ya la habíamos visto en anteriores participaciones. Como todos sabemos, habíamos llegado a Corea y Japón luego del épico repechaje ante australia, los goles del Chengue, la apretada a los cangutros en el aeropuerto y el cartel de “GRACIAS PACO”.
Los partidos se jugaban de madrugada o demasiado temprano para estas latitudes. Además, en el caso de los partidos de Uruguay solamente uno se jugó un fin de semana. Eso tuvo como consecuencias la falta de sueño, el faltazo al estudio y la llegada tarde al lugar de trabajo.
Uruguay llegaba al mundial con vítola de equipo histórico, que volvía luego de 12 años a un mundial, con un equipo formado con grandes jugadores. Creíamos que estábamos para grandes cosas. Además vestíamos la misteriosa camiseta L-Sporto, hoy en día un objeto de colección.
Nuestro debut mundialista nos ponía enfrente a Dinamarca, el verdugo del 86. Varias cosas se pueden recordar de aquel partido: el duelo de García con el que posteriormente lo acompañaría en el mediocampo del Madrid, el pelado Gravesen, las dificultades del Negro Mende’ para contener a los veloces punteritos daneses, y el mejor gol de ese mundial y cuarto mejor de la historia de los mundiales a cargo de Darío.
Darío anotó de fuera del área, luego capturar un rebote y agarrarla de primera, con un bombazo que no pudo detener el golero danés debido al efecto y fuerza que traía ese balón. Por si fuera poco, la pelota venía de aire luego de que el Canario la dominara y sirviera a Darío para el gol. Un golazo demencial y contundente que se ha colado con total justicia entre los mejores goles de la historia del certamen.
Pero lamentablemente, por más golazo que haya hecho Darío, John Dahl Tomasson tenía guardada una bala y pondría el 2 a 1 cerca del final.
Para que lo puedan disfrutar, el primer partido de la gesta del 2002 completo. QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!