Nuevamente en lo que va del tan mentado y elogiado “proceso”, Uruguay se quedó sin nada. Esa livianización que se les metió a los jugadores nacidos en esta tierra hace que no reaccionen ante la adversidad. El resultado: ni título ni Juegos Olímpicos para esta nueva versión de los “gorriones celestes”. ¿Puede haber forma mas afeminada de llamarle a los pichones de metrosexuales? Creemos que no, y también creemos que árbol que nace torcido jamás su tronco endereza.
Mientras los infames Scelza y Romano ya preguntaban quienes iban a jugar los JJOO y quien los iba a dirigir, mientras la voz del estadio (que vuelva el spiker de antes!) pedía amablemente que devolvieran las pelotas que se habían caido a la Olímpica, mientras un público mudo (que había amagado bien con puteadas a Grondonita pero luego volvió al frío habitual) ambientaba la falta de sangre de los de camiseta Celeste, mientras todo eso pasaba perdíamos una final con Argentina en el Coloso de Cemento luego de ir ganando. ¿Dónde quedó aquello de pegar los primeros diez y ganar jugando a la pelotita?
Con lo lindo que estaba para ir a Río a tomarse unas buenas caipiriñas, nos dejamos pasar por arriba y quedamos afuera. Y todavía no pegamos una piña. Muy triste. ¿Qué se hace ahora, se hincha por Andrés Silva? Es imperdonable que estos botijas se vayan tranquilamente sin pudrirla contra justamente los porteños, que de la mano de su técnico ganaron la batalla psicológica, la que vienen ganando a esta misma generación desde el sub 17. Los botijas argentinos baboseaban, pegaban, hacían burla, todo mientras en un alarde de frialdad extrema nadie hacía nada.
Nos vamos de este torneo, en el que todos los jueces nos cazaron de pintas, en el que todos los rivales nos vinieron de pesado porque saben que lo nuestro apunta a otra cosa. Y una vez más, el infame proceso engalana sus vitrinas con un nuevo premio fer plei, ese que el ex capitán con apodo de señora mayor y el hijo del Boniato estarán disfrutando estén donde estén. Para peor, compartimos el mismo con los paraguayos, otrora guerreros de fiero porte a los que nosotros mismos les enseñamos el fino arte de la juntada de rodillas al habilidoso rival. Este amaneramiento guaraní también nos lleva a clamar por la vuelta del Paraguay de antes! Los países poblados de hombres de verdad hoy comparten este vergonzoso premio, en el caso de uruguay terminando una FINAL contra ARGENTINA en el ESTADIO con 11 y sin ninguna amarilla!
Hoy en las selecciones juveniles parecemos los chilenitos, en el partido que tenemos que ganar no sabemos que hacer. Ahora falta que alguno de estos botijas se tatúe un casi gol, o una casi clasificación. Y nadie hace nada! Con todo a favor, con la motivación de la historia, con un etadio lleno (aunque como ya dijimos demasiado tibio), se vió que les quedó grande. Una vez más, pegó el rival, el juez dejó pegar y ni siquiera aprovechamos eso para acomodar a alguno. Al Correa ese, ¿qué están esperando para juntarle las rodillitas?
Ya lo dijo el gran gladiador Julio Ribas “Una final es un campeonato entre dos equipos , y si perdés saliste ultimo”. Estos botijas pierden de atrás en el Estadio ¿y no la pudren??? Ojalá Obdulio los absuelva, ojalá los juveniles campeones del 81 o los guerreros de Malasia encuentren consuelo ante esta vergüenza. Como se mencionó antes, nos convertimos en una seleccion que pierde finales, la sub 17 en México la perdimos, la sub 20 contra Francia la perdimos, y ahora con Argentina y perdemos una final! Hay momentos en los que hay que volver a las bases, y ayer era uno. Uruguay en la finales se agranda, pero los “gorriones” no pudieron volar. Una vez más, la máxima olvidada: “Si no se puede ganar, hay que pudrirla”, y más en nuestra casa donde NO SE PIERDEN FINALES, ESTÁ PROHIBIDO! Al único que amagó o andaba con ganas de pudrirla, el sin calle de Romano lo censuraba una y otra vez por la televisión. Así que si hay que rescatar a uno, rescatamos al botija Suárez.
“Terminamos de pie”, “Dejamos todo”, “Ellos baboseaban y mas te calentaba”, “Fuimos una familia”, son algunos de los testimonios de quienes con la Celeste en el pecho se fueron anoche del Estadio con un premio fer plei y aplaudieron mientras los porteños del gordo Grondona nos daban la vuelta en la cara. Pero eso sí, los pelitos a la moda y los botines flúo preciosos. QUE VUELVAN LOS JUVENILES CON ASPECTO DE 30 AÑOS, QUE VUELVAN LOS JUVENILES CON HIJOS, LOS QUE NO SABÍAN NI HABLAR PERO NO SE DEJABAN PASAR POR ARRIBA, QUE VUELVA SPILMAN, QUE VUELVA PÚA, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!!!