La solidaridad es algo no habitual en los tiempos que corren, donde cada vez menos se valora el sacar la cara ante un hecho injusto o respaldar a los compañeros. Esa fue siempre una marca en el orillo del player oriental, dentro y fuera de fronteras, jugando en equipos de nuestro medio o en el exterior, o con la Celeste en el pecho sin importar de qué equipo fueran sus compañeros.

El retiro de Zalayeta, un grande de la celeste de antes, emparentó dos valiosos insumos: una demostración de Viejos Valores y el silencio de los que no necesitan andar cacareando para llamar la atención. Así dejó el fútbol el nueve de ébano que maravilló en Malasia, hizo capote en Europa, le metió tres goles a Colombia una noche, y se ganó el respeto de todos por su intachable conducta dentro y fuera de los fields.

Todos recordamos la desprolija situación sufrida por otra gloria Celeste como es Pablo Javier Bengoechea cuando era entrenador de Peñarol, pero en este caso nos queremos referir a la patada en la mesa que metió la pantera Zalayeta con su estilo: en silencio. “Tocás a un compañero, te metés conmigo también”, ese debe haber sido el pensamiento de una persona leal y con códigos. Al hombre no le importó disfrutar los que iban a ser los últimos meses de su carrera, la solidaridad estaba ante todo y no iba a ser cómplice del manoseo y la injusticia.

Marcelo Danubio se retiró con la grandeza y el silencio de una carrera notable, mostrando tener los códigos y valores que de a poco se perdieron. Nunca tribuneando, nunca haciendo declaraciones altisonantes ni queriendo agradar. A lo Obdulio, agarró el bolsito y se fue en silencio como cuando hacia los goles en Malasia y el gordo Púa no se los dejaba gritar para no cansarse. Se fue con códigos, valores y el respeto de todos, ese respeto que como dijo una vez el Mago Fabián, “es como el dolar, tiene valor en todos lados”. Con la misma convicción con la que definía, entendió que con los compañeros siempre es espalda con espalda.

Varios dirigentes de Peñarol trataron de contactar con él, pero no les atendió el teléfono. La dignidad de no permitir atropellos lo hizo adelantar su retiro 6 meses, algo que sabemos valorar porque está por encima de los clubes. El oriental de pura cepa sabe de lo que hablamos, esto se trata de nobleza y hombría de bien. Zalayeta fue grande en clubes pero unió a un país con sus goles en Malasia, y dio cátedra en la noche formando un doble nueve letal en las pistas de baile con su amigo Richard Javier Morales. Aplauso de pie, obdulistas!

QUE VUELVAN LOS JUGADORES CON CÓDIGOS, QUE VUELVA LA SOLIDARIDAD, QUE VUELVAN LOS NUEVES DE ÉBANO Y QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES. GRACIAS POR TANTO, ¡MARCELO DANUBIO ZALAYETA!