Vamos a poner los puntos sobre las íes, sin ánimo de aclarar nada ya que no es nuestra intención. Es sabido por todos que esta página es un espacio para difundir y pregonar los Viejos Valores, y nuestra única camiseta es la Celeste. Varias veces quedó demostrado que hay mucho vejiga que no entiende nada, y quiere transformar esto en un foro para hinchas de los equipos grandes. Por ejemplo, lo que pasó con la nota de Pereiro nos tiene sin cuidado, siempre hablamos de la Celeste, y por lo único que mencionamos los clásicos es por lo que mueven y por ser parte de la esencia del fútbol uruguayo. Es por esto que al hablar de lo que sucede en estos partidos, siempre apostamos a dar para adelante a las buenas actitudes, a los jugadores que pregonan los principios que tenemos como bandera, sean del equipo que sean. Entonces, así como le hemos dado para adelante a aquellos jugadores que lo ameritaran (se le reconocieron méritos hasta a Ignacio González en alguna ocasión), se criticaron y se criticarán siempre aquellas conductas alejadas de los Viejos Valores.

Muchas veces saltaron todos los cyber barras aurinegros y tricolores a putear y acusarnos de bolsos primero y de manyas después. No es la primera vez que lo hacen, y como tantas otras veces les decimos que nos chupan un huevo las camisetas de los clubes, que lo único que hacen es pagarle el sueldo a los jugadores. No nos importan las opiniones de quienes vean fantasmas donde no los hay, queriendo encontrar tinte manya o bolso en nuestras opiniones, olvidando que siempre se destacan en este espacio a aquellos gladiadores que han dejado en alto el prestigio del fútbol uruguayo.

No hará falta empezar a dar nombres de aquellos a los que homenajeamos todos los días, pero el obdulista de ley sabe que siempre se reconoce a los verdaderos guerreros charrúas. Como el buen obdulista de pura cepa sabe, acá se aclama a los Obdulio y los Ubiña, a los Peña y a los Trasante, a los Indio Olivera y los Revelez, a los Chengue y a los Caballo de los Santos, a los Mago Fabián y a los Paolo y a tantos otros más allá de dos camisetas que no nos mueven un pelo.

Como decimos siempre, el sueño de cualquier botija debería sera vestir la Celeste, y cuando la tienen puesta deben transformarse en uno solo todos embanderados detrás de lo mismo. “Cuando juega la Celeste todo el mundo boca abajo”!

Es por esto, que a partir de ahora se será aún más implacables con los giles que entren a meter la pesada, a putear, a opinar distinto, a clamar por “los administradores de antes”. Acá no hay administradores de antes, estamos pregonando los Viejos Valores desde el principio y al que no le guste la página, que no entre más. Hay muchas otras páginas donde podrán dar rienda suelta a sus intereses. En esta página no interesan, ni se respetan otras opiniones, tolerencia cero. QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!