“Uruguay Believes será la nueva piel mundialista”. Así titulaban los diarios de hoy la vergonzosa noticia. Ya se conoce la vestimenta que utilizará el representativo bocatorcidista en la próxima copa mundial. Camisetas que parecen de amanerado, perdiendo el poco respeto que nos quedaba.

A una frase que sí representa la historia de nuestra camiseta (no así los jugadores que la visten), se le agrega la palabra “believes” a Uruguay. “Esta camiseta es la del máximo campeón continental, sinónimo de honor y gloria. La victoria y el creer, está en su naturaleza”.

Si sólo le hubieran puesto esta frase, hasta nos sentiríamos conformes, pero no. Le agregaron una palabra en inglés.

Lo primero que nos vino a la cabeza fue la indignación por el uso de una palabra en otro idioma, pero lo que no sabíamos era la identificación que este vocablo tiene con un pendejo reventado con bastante pinta de metrosexual que andan idolatrando nuestras chiquilinas, desviándose de la senda de futuras patronas obdulistas.

No contentos con eso, quienes son los responsables del diseño de estas casacas pondrán sobre los hombros de nuestros botijas, nietos de Obdulio Jacinto Varela, esta infame pieza con la inscripción anteriormente mencionada.

Una mancha más, una afrenta más al glorioso “maillot” color cielo, luego de que lo dejaran ser utilizado por engendros de la talla de unos inglesitos con los pelos parados y una nena argentina que dista bastante de lo que queremos para nuestra botijada.

¿Qué sentirían nuestros difuntos próceres Nasazzi, Obdulio, Ubiña, Máspoli?… ¿qué pensará un Paolo Montero, un Negro Chengue, un Canario, un Fabián, un Darío? No podremos esperar que alguno de estos proteste por tener que llevar la prenda identificada con el tal yastin biber, tendremos que resignarnos a que este trapo indigno identifique a nuestro glorioso país en la justa mundialista.

Que vuelva la Adidas del mundialito, la gloriosa Enerre o la Ühlsport, que vuelvan las casacas de antes, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!