Segunda cobertura mundialista para QVLCDA, y seguimos sin tener la oportunidad de viajar a la cita más importante del fútbol. En estos tiempos, en los que viaja hasta la maquilladora de la radio am más mediopelo, empezamos a pensar que hay una campaña en contra de este humilde espacio. Pero no importa, seguiremos defendiendo nuestros principios y valores. Empezamos por el esperado uno x uno del primer match mundialista, en el que se ganó porque en cancha había una pareja de backs como manda la historia. Ellos dos, los destacados.
Muslerita: Para pasar desapercibido por completo, le faltó vestir de negro. Preocupante tendencia a jugar con el pie a lo arquero moderno.
Varela: Subió un tono de rubio y se hizo un tatuaje nuevo para la cita mundialista. Subió más que el Mono y tiró los mismos centros. Se asoció con Nández, parece que ponen un negocio juntos.
José Giménez: Firmeza, empuje y gol de cabeza cuando no aparecen las luminarias. Que nunca falte el gol de un back cuando el jogo bonito demuestra que es cosa de los brasileros.
Roberto Godín: Prohombre de la patria, a pura joroba y calvicie prominente, ejemplo de pundonor al que habría que conservar en formol y clonar para que la gente vea que no hay que tener jopo ni tatuajes para regar el verde gramado de testosterona.
Cáceres: Lejos de lo que podría dar un Pacha Espino o incluso un Miguel Britos por el carril izquierdo. Vistió más sobrio que de costumbre, y se dedicó a hacer caritas para las fans calendaristas. Supo tener mejores partidos.
Vecino: Jugó como el vecino, como el vecino aquel del barrio al que nadie llamaba para jugar en el picado.
Bentancur: La tuvo. No sabemos si se la llevó, pero fue el culpable directo de que ganáramos la infame estadística de posesión.
De la Rasqueta: Sintió el frío de Rusia, demostrando que su Mundial hubiera sido el de Brasil. Hizo acordar a Livianico y a Ramírez, y se retiró sustituído como Ignacio González en 2010. Completa actuación.
Nández: Voluntarioso, tres centros recobianos. Dejó su lugar a un jugador con nombre más obdulista y piel más oscura.
Luis Alberto Suárez: Segundo partido inaugural de un Mundial que se pierde, ahora cuando pueda jugar contra Arabia se viene lo mejor.
Roberto Cavani: Sin su habitual despliegue por la banda, se nota que la pretemporada a puro guiso y jabalí lo dejó pesado. Tiro libre en un palo.
Carlos Sánchez: Tenía que haber una presencia de ébano en la cancha, y quedó demostrado. Aunque sea café con leche, es nuestra única posibilidad. Sin correr, puso la guinda donde había que ponerla y mostró prestancia.
Cebolla: Con el pique que hizo al entrar, ya superó el kilometraje recorrido por el hábil De la Rasqueta.
Torreira: Jugó mejor que Vecino, y que el vecino. En 5 minutos fue más para adelante que el elegante Bentancur.
Quetejedi: Se dio cuenta a tiempo de que había que poner a un player de ébano, cuando se pudrió de que la tocaran para los costados. Gritó con fervor el tanto celeste, con un “Uruguay nomá”, previo a acompañar el cabezazo de José Giménez a lo Púa en Corea-Japón. Suponemos que habrá pegado alguna puteada en el entretiempo, o al menos debería haberlo hecho.