No es de team oriental ir por ahí goleando al equipo local, jugando de forma equilibrada en todas sus líneas y con variantes. Cabe recordar cómo se le ganó a la URSS en 1970, un festejado 1-0 luego de avivada de Cubilla y cabezazo de Espárrago.
Va el análisis del rendimiento individual de nuestros players y DT, con algunos puntos altos y otros a corregir. Usted verá.
Muslerita: Cabe decir que se lo ve seguro en su accionar, está a una vestimenta negra y una barba o bigote de dar el siguiente paso. Depende de él.
Cáceres: Ver las cosas desde el otro lado de la cancha logró que mejorara lo hecho por el rubio Varelita en lo futbolístico, y que dejara de ser solo una distracción para las fans calendaristas. Una de cal y una de arena: por un lado, se remangó el short y se levantó la camiseta de forma innecesaria, pero anduvo a los manotazos con el Romario soviético (mitad ropero, mitad armario).
Coates: Debía suplantar a José Giménez y lo hizo con enjundia y gallardía, tirando la carrocería en un par de oportunidades a los delanteros rivales. Puede y debe pegar más, y tiene cara de buen yerno, algo que le juega en contra.
Roberto Godín: ¿Qué decir ya del capitán? Prestancia, juego, eficacia y una uña negra en pleno toqueteo y ganando 2-0, haciendo volar el esférico de cancha a cancha al grito de “Salimo!”. Porque somos Uruguay, y Roberto es un zaguero y capitán de Uruguay.
Laxalt: El despliegue de Juan Martín Mugica, la velocidad del Churrasco Pelegrín en Malasia, el pundonor de Palito Pereira, la solvencia de Darío Rodríguez… y las trencitas de una quinceañera, que anulan todo lo anterior. Que alguien aconseje a este botija, que no parece malo.
Torreira: ¿Puede alguien tener más cara de uruguayo que este pequeño centrojás? Quedate tranquilo Cacha, que tu versión mejorada ya se ganó la aprobación del obdulismo. Corrió, marcó, quitó, hasta tocó con demasiada precisión para un centrojás de marca. Recorrió metros gateando, haciendo el intento de trancar con la cabeza el centro de un player soviético.
Vecino: Hoy jugó más como el vecino ese al que valía la pena ir a buscar para el picado callejero. mejoró en el rubro presencia en el campo, cosa a destacar ante la fortaleza física del rival. Esperanzador.
Bentancur: En su cumpleaños, al bastriboy de jopo y buen pie se lo vio diferente. Erró algún pase que no acostumbra a errar, y estuvo a punto de llegar al gol. Habría que encerrarlo en una pieza con José Batlle Perdomo y el Canario García, como para mejorar algunos aspectos de su juego. Meritoria obtención de la primera amarilla del torneo, hecho que ameritó el cambio castigo por portarse mal.
Nández: Otro de los bastriboys, en este caso vendría a ser el de personalidad rebelde y menos virtudes musicales. A lo Ruso Pérez, recuperó 20 y perdió 21, los corrió a todos y se tiró a trancar con la cabeza como antes hicieron Livianico Lodeiro o el mismo José Giménez. Agresivo.
Suárez: El mérito del gol de tiro libre, anduvo forcejeando como a él le gusta con todos los Igor, Vasily e Iván que se le pusieron enfrente. Mató con los pases al Cebolla y a Cavani, a los que por supuesto recriminó igual aunque fuera su culpa. Interesante aporte.
Roberto Cavani: Aguantó golpes con el temple que le inculcó su hermano Patoruzú Guglielmone, discutió acaloradamente con el árbitro de ébano, metió, corrió y tuvo como recompensa un gol al estilo de Patoruzú Guglielmone. No es casualidad a esta altura, que siga demostrando que su pretemporada jugando a las bochas en Salto surtió mejor efecto que la de Suárez con un personal trainer en Barcelona.
Ingresaron:
De La Rasqueta: Luego de escaparle a la nachogonzalización por parte del Quetejedi, ingresó al campo con la dinámica de Gastón Ramírez después de correr una media maratón. Intentó un olímpico.
Cebolla: La demostración de que un físico uruguayo como los de antes puede competir en la élite sin problemas. Dos buenos zapatazos de afuera del área, herramienta que nunca debió perderse. Pide a gritos un talle más de camiseta.
Gómez: El único 9 oriental que puede hacer algo en tan poco tiempo, es el Chengue, que tiene el récord del suplente más rápido en la historia de los Mundiales. Puede decir que jugó un Mundial, cosa que Peter Méndez no.
Quetejedi: Dio indicaciones a pie de cancha, hizo el tercer cambio y le metió el gaucho a los que hacen preguntas chotas en la conferencia de prensa. Ya con eso, superó el despliegue del hábil De La Rasqueta.