Cualquier intento de análisis de lo visto en el partido de hoy queda atrás cuando en pleno partido se escuchaba a los chilenitos gritar “ole” cuando la tenían los jamaiquinos, y por si esto fuera poco, cantar el “chi chi chi, le le le viva Chile” (peor aún que el “Soy celeste”) en un partido en el que ellos no están jugando.
Por estas cosas es que son el hazmerreir del continente, unos perdedores eternos que creen que van a amedrentar a un equipo uruguayo (por más presencia de calendaristas y/o metrosexuales en su alineación). Es por esto que cabe destacar la actitud del quetejedi, que djo en la conferencia de prensa a un periodista chilenito que a los uruguayos nos fortalece cuando nos silban o nos gritan ole, porque somos así.
Mientras escribimos estas líneas, vemos que siguen cantando el chi chi chi le le le en el partido de Argentina y Paraguay!!!
En cuanto al partido, se podría decir que el representativo oriental pasa por una etapa de transición. Al no estar más el hijo de Pablo Forlán y el ex capitán con apodo de señora mayor, la teleaudiencia de fans desesperadas por ver un abdominal ha bajado drásticamente. En su lugar, el combinado presenta la prominente buzarda del Cacha, y una serie de jugadores poco agraciados que alejan de la pantalla a ese público tan molesto que grita sin saber por qué, y termina logrado cosas tan aberrantes como la infamia llamada calendario celeste. Si a esto le agregamos el juego nocivo para el ojo humano desplegado por el team oriental, estamos en condiciones de afirmar que falta poco para que quedemos mirando los partidos los que estuvimos siempre, los que disfrutamos del juego a la uruguaya y queremos jugadores acordes a nuestra tradición.
Hablando de tradición, eso mismo es lo que tenemos y nos hace reconocidos en el mundo. Por ejemplo, mientras el público chileno adulto nos gritaba ole, un niño chileno se metió a la cancha a pedirle la camiseta a Godín. Es evidente que ídolos de su país no deben tener. En resumen, se resolvió el trámite ante el representativo de África. Lo preocupante es que ganamos un partido inaugural, y todavía quedamos primeros solos en el grupo tras la primera fecha, eso a los uruguayos no nos queda cómodo por que no sabemos como reaccionar. Ahora a jugar con los dientes apretados contra Argentina, poniendo lo que hay que poner y haciendo que de a poco vuelva la celeste de antes!