Sea uno del cuadro que sea, el Nico Rotundo es un jugador siempre reconocido por el obdulista de a pie por su entrega, su pierna fuerte, su inclaudicable trajinar y fuerza de voluntad en el mediocampo.
Esto mismo reconoce el propio Mago O’ Neill, desde aquelal vez que dijo “Le voy a meter tres caños a Rotundo y lo voy a hacer echar”. Aquella vez logró su cometido, no sin antes llevarse un buen par de latazos del hombre de la joroba con el 14 en su espalda. El Nico no se iba a dejar pizarrear, y eso el Mago lo entendió mejor que nadie. Quedó todo entre obdulistas como debe ser.
Para quienes no lo vieron jugar, Rotundo era un volante defensivo que colaboraba tanto en labores defensivas copando el centro del campo como en labores ofensivas incorporándose con peligro al ataque, además su alta estatura le permitía ir bien de cabeza y crear peligro en jugadas de pelota quieta, todo esto con ciertos problema motrices que hacían aún más conmovedor su andar por la cancha. Por si fuera poco, también podía jugar de central donde también cumplía a la perfección. Por algo tuvo una trayectoria tan larga y llegó a pasear su fútbol por España y Perú y en una selección sub 23 con un recordado gol a Argentina.
La nobleza y los huevos de Rotundo iban acompañados de dos bolsas de agua caliente en los pies que hacían que cada vez que daba un pase en largo estaba a punto de matar a algún espectador o periodista.
Peñarol, Liverpool, Elche y Real Oviedo de España y Melgar de Perú fueron los clubes de este obrero del fútbol. En la actualidad, Rotundo perdió su melena pero no las mañas. Su nuevo look hace que la gente casi no lo reconozca, lo que no le molesta porque él siempre fue un luchador de perfil bajo, las cámaras eran para otros.
Así como ya no queda un Carlitos Camejo ni un Ojota Morales ni un Silva Cantera en nuestro fútbol, tampoco queda un Nicolás Ezequiel Rotundo. Vaya el homenaje para este laburante apreciado por aquellos que festejan más una buena patada que un lujo.
QUE VUELVAN LOS RÚSTICOS DE ANTES, QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES!